El primer ministro italiano, Mario Draghi, logró este jueves la investidura de su Gobierno, tras obtener la confianza en la Cámara de los Diputados, y desde este jueves se concentrará en gestionar la pandemia de covid-19 en el país y en diseñar reformas que impulsen su débil crecimiento.

Votaron a favor 535 diputados, menos que los 556 del Gobierno técnico de Mario Monti en 2011; mientras que 56 lo hicieron en contra (casi todos de Hermanos de Italia, aunque no solo), y hubo 5 abstenciones.

La investidura se daba por descontada, pues su ejecutivo cuenta con el apoyo casi unánime del Parlamento, con excepción de la ultraderechista Hermanos de Italia, pero era interesante saber si todos los diputados del Movimiento 5 Estrellas (M5S) le secundaban, después de que 15 senadores se expresaran el miércoles en contra, lo que les supondrá la expulsión, según la formación ‘anticasta’.

No fue así, 16 diputados “grillinos” dijeron ‘no’ a Draghi, mientras que cuatro se abstuvieron y 12 no participaron, con lo que es previsible que también queden fuera del partido.

El Gobierno del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) ya había obtenido la confianza en el Senado el miércoles y mañana Draghi tendrá su primera gran cita: la reunión telemática de líderes del G7 bajo la presidencia del Reino Unido.

Lucha contra la corrupción

Draghi ya había pronunciado un amplio discurso el miércoles en el Senado en el que defendió el europeísmo y las reformas, y este jueves se limitó solo a intervenir en el turno de réplica, tras el debate parlamentario.

El exgobernador del Banco de Italia apuntó a la corrupción como una lacra que castiga el tejido económico y dijo que luchar contra ella será uno de sus compromisos.

“Un país capaz de atraer inversores, incluidos los internacionales, debe defenderse de la corrupción. Representan un peligro de injerencia criminal, también de las mafias, y un factor de desincentivo en el tejido económico por los efectos depresivos sobre la competitividad y la libre competencia”, expuso.

Fue partidario del respaldo a las pequeñas y medianas empresas en su proceso de recuperación tras la crisis del coronavirus y subrayó que será esencial favorecer su “internacionalización”, para fortalecer su competitividad en el mercado global.

Dijo que salvaguardar la marca Italia será también clave, así como proporcionar escudos a las pymes contra la competencia desleal.

Reforma judicial

Draghi ha elegido a la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta del Tribunal Constitucional italiano en diciembre de 2019, Marta Cartabia, como ministra de Justicia, y su labor principal será fomentar una reforma que acelere los tiempos de los procesos judiciales, para que estén en línea con los de otros países de la Unión Europea (UE).

“Habrá que emprender acciones innovadoras para mejorar la eficiencia de la justicia civil y penal, como un servicio público fundamental que respeta todas las garantías y principios constitucionales que requieren, al mismo tiempo, un juicio justo y un proceso de duración razonable, en línea con otros países europeos”, apuntó.

Su Gobierno trabajará igualmente en una reforma de la Administración Pública, para incrementar la transparencia y la simplificación, y sobre todo se caracterizará por tener una “mirada constante hacia el futuro”, que inspirará “el esfuerzo común para superar la emergencia sanitaria y la crisis económica”.

La crisis

El vicepresidente y responsable de Comercio de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, participó este jueves por videoconferencia en un encuentro en el Parlamento italiano sobre comercio internacional y destacó que Draghi ayudará “a Italia a recuperarse de la crisis económica derivada de la COVID-19 y a aplicar las reformas e inversiones necesarias”.

También se dijo “absolutamente convencido de que el nuevo Gobierno logrará de manera brillante llevar a cabo las medidas y los pasos necesarios” para diseñar el plan de reformas y objetivos con el que Italia pueda recibir “lo antes posible” los 209.000 millones del Fondo de Recuperación de la UE.

El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, opinó en un acto que Draghi tiene un buen equipo de ministros y confió en que apruebe en tiempo breve medidas que el país necesita, ya que cuenta con el respaldo de casi todo el Parlamento.

Quien no le apoya es Hermanos de Italia y su líder, Giorgia Meloni, dijo en la Cámara que la formación hará lo que tenga que hacer para defender el porvenir de Italia, en un juego de palabras con el famoso “Whatever it takes” con el que Draghi salvó el euro en 2012.

“Haremos lo que tengamos que hacer. No tendrá nuestro voto de confianza, pero sí nuestro apoyo para cualquier decisión que consideremos acertada, porque somos ante todo patriotas”, justificó.