El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rompió su silencio sobre la filtración de documentos secretos del Pentágono. Esto, luego que asegurara que el Departamento de Justicia está "cerca" de saber más sobre lo ocurrido.

Estas son las primeras declaraciones públicas de Biden sobre la filtración que ha sacudido a Estados Unidos en los últimos días y que podría ser la más grave en una década.

El mandatario, quien se encuentra de visita oficial en Dublín, fue consultado por la prensa sobre el estado de la investigación que ha abierto el Departamento de Justicia sobre los documentos.

“Como saben, el Departamento de Justicia y la comunidad de inteligencia están haciendo una investigación en toda regla. Y se están acercando”, respondió.

Además, Biden dijo que no está preocupado por el contenido de los documentos, aunque le inquieta que se haya producido la filtración.

“Me preocupa que haya ocurrido, pero no hay nada actual que yo sepa que sea de gran preocupación”, manifestó.

No hay acusados pero sí sospechosos

El Departamento de Justicia está investigando lo ocurrido, por petición del Pentágono, y aún no ha acusado públicamente a nadie de las filtraciones.

Sin embargo, el diario The Washington Post informó en las últimas horas de que el responsable podría ser un joven que trabaja en una base militar, que ha expresado devoción por las armas y ha hecho comentarios racistas.

La mayoría de los documentos filtrados están relacionados con la guerra en Ucrania y dan detalles sobre los planes de Estados Unidos y la OTAN para reforzar la ofensiva ucraniana.

Además, la información apunta a que Washington podría haber estado espiando a algunos de sus aliados más cercanos, como la propia Ucrania, Corea del Sur e Israel.

Masiva filtración

La lluvia de filtraciones comenzó el viernes pasado, continuó el fin de semana y se ha prolongado esta semana.

Todavía se desconoce el impacto que tendrá, pero algunos analistas la han comparado con la que vivió el país en 2013, cuando el exanalista Edward Snowden expuso el alcance de los programas de espionaje masivo que Estados Unidos puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.