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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En un operativo policial en Río de Janeiro, se registraron 132 muertos, siendo el más letal en la historia de la ciudad. La acción buscaba ejecutar órdenes de prisión contra miembros de Comando Vermelho, una facción criminal poderosa. El grupo surgió en la década de 1970 como defensa de presidiarios, evolucionando al tráfico de drogas en los 80 y consolidando su control en barrios periféricos. Su capacidad armamentística se fortaleció con alianzas con otras bandas. La operación dejó 81 detenidos, incautación de armas y drogas, y disturbios en la ciudad.

Durante el pasado martes se informó sobre el operativo policial efectuado en barrios de la ciudad de Río de Janeiro, el cual ha dejado 132 muertos y ya es considerado como el más letal en la historia de aquella ciudad.

De acuerdo a la Agencia EFE, aquella operación policial, del Gobierno de Río de Janeiro, buscaba ejecutar 100 órdenes de prisión contra miembros del llamado Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil, en las favelas de Penha y Alemão.

El origen de Comando Vermelho está dado en la década de 1970, siendo catalogado como la banda delictiva más antigua en Brasil, de acuerdo a un reporte de CNN. Fue formada precisamente en la urbe antes mencionada.

En los primeros años, estuvo concebida como un grupo de defensa de presidiarios de esa zona, todos provenientes de la cárcel de Cândido Mendes, donde se mezclaron presos políticos de la Dictadura Militar de 1964 con reos comunes.

O’Globo detalla que los primeros líderes fueron los delincuentes William da Silva Lima (apodado El Profesor), José Carlos dos Reis Encina (traficante de drogas) y Rogério Lemgruber (traficante de drogas).

En el inicio estaban dedicados a robos de casas y bancos; no obstante, en los 80 llevaron su accionar al tráfico de cocaína, para lo cual se ligaron con carteles colombianos, en pleno control de ese país sobre las rutas de sustancias ilícitas en el Pacífico.

Con el paso del tiempo consolidaron su hegemonía en los barrios periféricos de Río de Janeiro, incluso obteniendo apoyo en sectores de clase trabajadora, menciona el citado medio.

Por otro lado, Comando Vermelho basa su capacidad armamentística en nexos que logró con otras asociaciones delictuales en las siguientes décadas, como el Primer Comando Capital (Brasil), Familia del Norte (Brasil) y las FARC de Colombia.

Un reporte de BBC sostiene que, en los 90, se intentó debilitar al Comando Vermelho separando a sus líderes en distintas prisiones, pero el efecto fue al revés: creció su popularidad entre la población carcelaria en general.

Es desde ahí que comienza a gestarse su control en favelas de Río de Janeiro. Según el periodista brasileño Rafael Soares, autor de “Milicianos: como agentes formados para combatir el crimen pasaron a matar al servicio del mismo”, hoy actúan en base a células de poder.

“El Comando Vermelho funciona como una franquicia. Hay varios dueños de los barrios marginales. Ninguno manda más ni menos, es una sociedad. Eso es lo que permitió al Comando Vermelho crecer a nivel nacional”, expresó.

En base a un reporte de la ONG estadounidense Insight Crime, se puede determinar en 2023 cuando lograron el control total de varias favelas de aquella ciudad, desplazando a otras bandas hacia sectores más pequeños.

El medio británico expone que el tráfico de drogas sigue siendo la principal actividad del grupo criminal, aunque en los últimos años se han abierto a acciones como el comercio ilegal de oro, combustibles, bebidas y tabaco. Para aquello, resulta clave el control de la zona del Amazonas, acotan.

Hay que señalar que, durante las acciones realizadas con el apoyo de 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados, fueron arrestados 81 sospechosos, se requisaron 93 fusiles y media tonelada de drogas, según el último comunicado del Gobierno regional de Río de Janeiro.

Los miembros de la banda respondieron a la operación con bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, lo que llevó a interrupciones en el tránsito de un centenar de líneas de autobuses y al cierre de decenas de escuelas y centros de salud. A eso se sumaron ataques con drones a efectivos policiales.

Este miércoles, la urbe amaneció sin nuevos bloqueos después de la jornada de caos, aunque la mayoría de comercios y escuelas de los barrios afectados se mantienen cerrados.