Con el característico sello libertario de Milei, Argentina volvió a quedar bajo la lupa internacional luego de votar en contra de una resolución de la ONU que impulsa, por un lado, la creación del Estado de Palestina, y otro también a Hamás a abandonar las armas. Pero a pesar del respaldo al Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, la Casa Rosada ha condenado las operaciones de una petrolera israelí en Malvinas.
El Gobierno de Javier Milei una vez más hizo marcar su postura de apoyo hacia Israel, votando en sintonía con sus aliados que enfrentan la condena internacional contra el primer ministro israelí y el Estado judío. Esto, no solo por el accionar bélico en Medio Oriente, sino por otras acciones recientes que preocuparon a las delegaciones presentes en Nueva York: la toma de la ciudad de Gaza y la renovada política de asentamientos en la Cisjordania ocupada.
Pero en paralelo, esta misma jornada la Cancillería argentina dejó entrever el aturdimiento que impera en la política exterior argentina. Supone una línea de fuego puertas adentro de la gestión libertaria.
El enojo de Argentina contra petrolera israelí que opera en Malvinas
A través de un comunicado, la cartera liderada por el ministro Gerardo Werthein condenó las actividades de la empresa israelí Navitas Petroleum LP, que opera en las islas Malvinas (territorio bajo dominio británico y cuya soberanía reclama el país suramericano).
“Opera ilegítimamente en territorio argentino y no cuenta con permisos de exploración y explotación de hidrocarburos de la autoridad competente”, denunció el Gobierno de Milei.
Se trata de la explotación de 1.700 millones de barriles de crudo de la cuenca León Marino, al norte de la Isla Soledad, a través de una licencia ilegal otorgada por la administración británica de las islas, según recoge nuestro medio asociado Perfil.
“La República Argentina recuerda que toda exploración y explotación unilateral de recursos naturales, renovables y no renovables, en el área en disputa resulta contraria a lo dispuesto por la Resolución 2065 (XX) y concordantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité Especial de Descolonización”, señala.
“Dichas resoluciones reconocen la existencia de una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, e instan a ambos gobiernos a reanudar negociaciones a fin de alcanzar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica a la controversia”, agrega la misiva.
Asimismo, la cancillería argentina recuerda que, “mediante la Resolución de la Secretaría de Energía N° 240/2022 del 18 de abril de 2022, la empresa Navitas Petroleum LP fue declarada clandestina y sus actividades calificadas de ilegales por desarrollar operaciones hidrocarburíferas en territorio argentino sin autorización de las autoridades competentes”. Como consecuencia, la compañía quedó inhabilitada por 20 años para desarrollar labores de este tipo en territorio argentino.
“En plena conformidad con el derecho internacional, la República Argentina se reserva el derecho de adoptar todas las medidas adicionales que considere necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses soberanos”, advierte la cartera de Gobierno argentino.
Cabe señalar que las Malvinas, ubicada a unos 600 kilómetros de Argentina, es reclamada por el país trasandino desde 1833. Pese a la guerra iniciada en 1982, bajo dictadura, contra Reino Unido para hacerse con la posesión del disputado territorio insular, los británicos triunfaron de manera contundente.
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