A pocos días de la primera vuelta presidencial del 29 de mayo, Colombia vive una crispada campaña electoral marcada por las tensiones entre los principales candidatos a la Casa de Nariño. De izquierda a derecha, el abanico es amplio: siete aspirantes se enfilan a unas elecciones definitivas tratando de representar las preocupaciones de los colombianos. ¿Quiénes son?, ¿qué proponen?, ¿cómo se están aproximando al electorado?

Se acerca el día. Tras cuatro años desde los últimos comicios presidenciales, que trajeron consigo la victoria de Iván Duque, catapultado a la presidencia por el expresidente Álvaro Uribe Velez, Colombia volverá el 29 de mayo a las urnas con un panorama económico, social y político muy distinto al de entonces.

Las elecciones de 2018 fueron las primeras después de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de 2016. Han pasado casi seis años desde entonces, y lejos de tener un panorama más esperanzador, la violencia se ha recrudecido en el país, aumentando la presencia de las disidencias de las FARC y otros grupos armados en los territorios.

El próximo Ejecutivo tendrá que hacer frente a este complejo contexto, pero también a una economía golpeada por la pandemia, a la inflación más elevada de las últimas dos décadas, a una brecha social que se ha agrandado en los últimos años, al palpable descontento social y al desafío fronterizo.

A poco menos de dos semanas para que los casi 35 millones de colombianos habilitados para votar puedan decidir el destino del país para los cuatro próximos años, las últimas semanas de la campaña electoral han estado marcadas por la tensión entre los principales contendientes.

Las encuestas dibujan un escenario complicado

El más reciente sondeo de la encuestadora ‘YanHass’ refleja que los colombianos tienen entre sus principales preocupaciones la economía (el 28% de los encuestados tiene esta cuestión como su prioridad); la corrupción (20%); la inseguridad ciudadana (14%) y el desempleo (14%).

Además, el 85% de los encuestados sostiene que la seguridad en las ciudades, pese a las políticas de Duque, no solo no ha mejorado, sino que ha permanecido igual e incluso ha empeorado.

El mandatario saliente terminará su legislatura con unos índices de desaprobación inéditos, que superan el 80% en cuestiones de desempleo, corrupción y, precisamente, seguridad ciudadana.

La misma encuesta también mira al futuro y, en los sondeos con el objetivo puesto en las elecciones, en línea con lo que ha venido pronosticando la demoscopia durante los últimos meses, Gustavo Petro, el candidato izquierdista del Pacto Histórico, continúa liderando con el 40% de la intención de voto a escala nacional. Detrás, el candidato más alineado con la política oficialista, Federico ‘Fico’ Gutiérrez, se haría con el 21% de los sufragios en primera vuelta.

En tercera posición, por detrás de los dos líderes mejor posicionados, no hay ninguna candidatura política: el voto en blanco domina con el 13% de la intención de voto entre los electores colombianos consultados.

A esa opción le sigue el candidato outsider populista de derecha Rodolfo Hernández, que se haría con el favor del 12% de los sufragios; el centrista Sergio Fajardo, que obtendría el 7% de los votos; la candidata de centro-derecha Ingrid Betancourt con el 1%; y el presidenciable ultraconservador Enrique Gómez, que ganaría el 0,3% de los apoyos. Por fuera de la encuesta queda el también derechista John Milton Rodríguez.

Estos datos, de confirmarse el 29 de mayo, llevarían a Colombia directamente al balotaje entre los dos primeros candidatos, cuyo desenlace, en tal caso, se celebrará el 19 de junio.

¿Quién es quién en la contienda electoral?

Gustavo Petro, el izquierdista que sueña con ser presidente de Colombia

Por primera vez en su historia democrática, la izquierda colombiana tiene posibilidades reales de ganar unas elecciones. Al menos eso dictan los sondeos.

De ser así, será bajo el liderazgo de Gustavo Petro, un exmilitante de la guerrilla izquierdista del M-19, el grupo armado que protagonizó en 1985 la toma del Palacio de Justicia en Bogotá. Aunque él no participó en los hechos, la oposición conservadora acostumbra a asociar su figura a aquel episodio.

Petro es ahora la cabeza del Pacto Histórico, una coalición progresista con la que quiere hacer “girar la economía alrededor de la vida” y “profundizar la democracia”.

A sus 61 años, esta es la tercera ocasión que se presenta a las presidenciales. Anteriormente fue, entre otras cosas, concejal local, representante a la Cámara, alcalde de Bogotá entre 2012 y 2015 y senador durante dos periodos legislativos.

Entre sus principales propuestas de Gobierno en caso de llegar a la Casa de Nariño están la creación de un Ministerio de Igualdad, lograr el 50% de representación femenina en las instituciones públicas o la puesta en marcha de una transición energética desde “una economía extractivista a una economía productiva, y de su predominancia fósil a una economía descarbonizada”.

Durante la campaña, además de liderar los sondeos, Petro también está a la cabeza de la mayoría de las polémicas alrededor del proceso electoral. Hace varias semanas tuvo que suspender su campaña porque su equipo de seguridad recibió información de un posible atentado contra él, lo que llevó al Gobierno a fortalecer su esquema de protección.

Desde que retomó sus actos públicos, suele vestir chaleco antibalas y está rodeado de su escolta, que porta escudos de protección.

Federico ‘Fico’ Gutiérrez, solo en el bando más afín al oficialismo

Es el candidato más joven de la contienda electoral, con 48 años.

El 13 de marzo, en el marco de las consultas interpartidistas para definir a los principales rivales de las presidenciales, Federico Gutiérrez, más conocido como ‘Fico’, obtuvo 2,1 millones de votos, ganando la partida en la coalición conservadora Equipo por Colombia a figuras reconocidas de la política colombiana.

Su camino en el espectro derechista se allanó cuando el candidato del Centro Democrático (el partido del expresidente Uribe, que obtuvo un batacazo severo en los comicios legislativos), Oscar Iván Zuluaga, decidió retirarse de la carrera por la Casa de Nariño tras unos resultados ensombrecidos por el controvertido legado del partido bajo la batuta de Uribe y Duque.

La carrera política de ‘Fico’ comenzó en Medellín, la capital del departamento de Antioquia. Allí trabajó como concejal y luego, entre 2016 y 2019, como alcalde, cuyo mandato terminó con una aprobación de más del 80%. Según las encuestas, es en ese departamento donde el derechista encabeza los sondeos con el 38% de intención de voto.

‘Fico’ quiere basar su política en “preservar la democracia y las libertades”, y continuar, en la senda actual del oficialismo, impulsando una férrea política de seguridad.

Gutiérrez se reconoce como “el candidato de la gente”.

Rodolfo Hernández, el ‘outsider’ millonario

Sin el apoyo de grandes personalidades, sedes de campaña o actos masivos, Rodolfo Hernández ha logrado colarse en la tercera posición en intención de voto, según las encuestas.

Su figura recuerda ligeramente a la del expresidente estadounidense Donald Trump, un tipo mayor, empresario millonario, populista de derecha y que se sale de las lógicas del establishment.

Es ingeniero civil y fue alcalde de Bucaramanga entre 2016 y 2019, la capital del departamento de Santander, en el noreste del país. Hernández siempre defendió su mano inflexible contra la corrupción aunque, en paralelo, su nombre está ligado a un presunto entramado irregular en el manejo de la recogida de residuos de la ciudad de la que fue regidor.

Ahora, al frente del partido Liga de Gobernadores Anticorrupción, quiere impulsar, si llega al poder, un proceso de negociación con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la promoción integral del Acuerdo de Paz con las FARC y el fortalecimiento de la imagen de las Fuerzas Armadas y la Justicia.

Sergio Fajardo, el ‘centro’ entre la polarización

En una carrera presidencial altamente polarizada, la candidatura del centrista Sergio Fajardo prácticamente se ha evaporado. Al menos eso sostienen los sondeos, que lo relegan al cuarto lugar, por debajo de su resultado en 2018, cuando también se presentó a presidente.

Al igual que Petro, es la tercera vez que se suma a la pugna por alcanzar la Casa de Nariño. Aunque durante las consultas interpartidistas su propuesta fue la que más apoyos recabó de entre la denominada Coalición Centro Esperanza, solo obtuvo alrededor de 700.000 votos, menos que la fórmula vicepresidencial de Petro, la lideresa social Francia Márquez.

En política, A Fajardo se le conoce por haber sido alcalde de la ciudad de Medellín entre 2003 y 2007 y, posteriormente, gobernador del departamento de Antioquia entre 2012 y 2015.

Es doctor en matemáticas y profesor universitario. Entre sus propuestas estrella están el impulso de la educación gratuita a través de la mejora de las infraestructuras y la conectividad y la política integral de medioambiente mediante un modelo sostenible que no mire al carbón y al petróleo como fuentes únicas de energía.

Ingrid Betancourt, tibieza sin convicción

Betancourt es la única mujer en la carrera presidencial. Desde el liderazgo de su propio partido político, Verde Oxígeno, parece, a priori, sin ninguna opción de triunfo en la noche del 29 de mayo.

Su fórmula de atajar el centro político sin presentar propuestas de gran calado ha hecho que su candidatura se vea empañada por otros compañeros de contienda. Aunque eso no siempre fue así.

Ingrid Betancourt es una de las figuras femeninas más destacadas de la historia política reciente de Colombia: además de ser candidata presidencial en otras dos ocasiones, la lideresa también fue representante en el Congreso y senadora. Asimismo, formó parte del Partido Liberal durante los años 90.

No obstante, el desafortunado hito que marcó su vida fue el secuestro por parte de las FARC en 2001, en mitad de la campaña presidencial. Estuvo seis años en cautiverio por parte de los guerrilleros y fue liberada mediante la ‘Operación Jaque’ en julio de 2008 durante el mandato de Álvaro Uribe, de quien dice: “Le debo mi libertad y mi vida”.

Sin embargo, en el contexto actual, su tibieza por su proximidad con el expresidente y su salida inusitada de la coalición que hoy encabeza Fajardo, han imposibilitado a Betancourt trasladar un mensaje firme sobre sus ideas para el país.

Enrique Gómez y John Milton Rodríguez, los candidatos más a la derecha que no logran calar

Entre los contendientes a la Presidencia de Colombia se encuentran también dos figuras del espectro conservador que, a tenor de las encuestas publicadas, no tendrán tampoco cabida en el nuevo líder del Ejecutivo.

Por una parte, Enrique Gómez, candidato de Salvación Nacional, cuyas propuestas pasan por la derogación del aborto, la aspersión de cultivos ilícitos con glifosato, un químico que se ha demostrado perjudicial para la salud y el medioambiente, y el fortalecimiento de la fuerza pública.

Entre otras cosas, Gómez llegó a comparar a Gustavo Petro con Adolf Hitler y es el único postulante a la Casa de Nariño que se autodefine de derecha conservadora.

Por otra parte, John Milton Rodríguez es candidato de Colombia Justa Libres, una formación de origen evangélico que aglutina a la mayoría de las sensibilidades de esta corriente religiosa y de la que es cofundador.

Rodríguez, ingeniero de profesión, lleva en su programa la reordenación de la migración en la frontera, que dice debe ser financiada por la comunidad internacional. Además, sugiere una inversión en el sector privado y, por otra parte, potenciar los subsidios en el sector educativo.