El capitán Ibrahim Traoré fue oficialmente nombrado presidente y jefe del Ejército "hasta que se establezcan los órganos de transición" y anunció el levantamiento de la suspensión temporal de la Constitución del país.

El líder del golpe del pasado viernes, 30 de septiembre, contra la junta militar que gobernaba Burkina Faso, capitán Ibrahim Traoré, asumió -a la espera de la designación de un presidente de transición hacia un gobierno civil- el cargo de jefe de Estado y levantó la suspensión de la Constitución.

Con 34 años, Traoré se convierte en el jefe de Estado más joven del mundo.

“El Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR, nombre de la nueva junta militar) asegura la continuidad del Estado hasta que se establezcan los órganos de transición, así como la continuidad y liderazgo de los asuntos del Estado hasta que el Gobierno no esté disponible”, señaló Traoré en el texto. El capitán justificó su golpe por “la degradación continua de la situación de seguridad” bajo su predecesor.

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“(El MPSR) es el órgano central para definir y orientar la política de seguridad, económica, social, desarrollo y restauración de la integridad nacional”, añadió el nuevo jefe de Estado burkinés. Además del mandatario, la nueva junta militar burkinesa estará formada por un vicepresidente primero, un vicepresidente segundo, un coordinador y dos comisionados.

Traoré ha sido nombrado “Jefe de Estado, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas”, según el comunicado oficial leído en televisión por el portavoz del oficialista MPSR, el capitán Kiswendsida Farouk Azaria Sorgho. Se anunció también el levantamiento de la suspensión de la Constitución del país.

Este anuncio se produjo un día después de que el hombre fuerte de Burkina Faso mantuviese una reunión con una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en Uagadugú.

Durante esa reunión, Traoré aseguró que respetará el calendario de transición democrática que la CEDEAO acordó con su predecesor, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y que preveía el retorno del orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024. El respeto de ese calendario fue una de las condiciones que Damiba exigió para su dimisión como presidente de transición.

El pasado fin de semana, Traoré, al frente de una facción de jóvenes oficiales descontentos, depuso al teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba que había tomado el poder en enero del presidente electo Roch Marc Christian Kaboré. Damiba huyó a Togo el domingo, dos días después del levantamiento, que fue rechazado por líderes religiosos y comunitarios.

La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas que soporta el país desde abril de 2015, realizados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico y que han desplazado a casi dos millones de personas.