El exchico reality relató que gracias a su participación en el programa en 2016 logró recibir una oferta laboral en la que se desempeña desde hace dos años.

El exchico reality Arturo Longton será uno de los anfitriones de La Divina Comida este sábado, en donde contará que, gracias a su aparición anterior en el espacio, logró tener un empleo en el que lleva ya más de dos años.

En un adelanto al que tuvo acceso BioBioChile, Longton contó que todo pasó gracias al programa culinario, aseverando que lo contactaron de la plataforma juegaenlinea durante plena pandemia, en 2020.

“Me dijeron: ‘oye Arturo, cachamos que tú juegas póker, ¿te gustaría hacer lives?’, yo como, ¿cómo cacharon que yo juego póker?, ‘es que te vimos en La Divina Comida’“, narró.

En eso, recordó que aquel capítulo en donde habló de su amor por el póquer y los juegos de azar ocurrió en 2016. “Es muy loco, o sea, si yo no grabo ese programa, no estaría ahora en lo que estoy”.

Así, relató que “partí como jugador de póker, pero ellos no sabían que yo soy jugador de todo, soy jugador de máquinas, de ruleta, de Black Jack, de bacará, de todo lo que existe que se puede jugar”.

Arturo Longton y su historia con los juegos de azar

El hombre de 45 años relató que comenzó a jugar póker a una edad cercana a los 27 o 28 años. “Empecé a jugar póker sin parar, sin parar, sin parar, obviamente con rachas buenas empiezas a ganar y pierdes”.

En esa rama, relfexionó respecto a las pérdidas que puede traer este tipo de prácticas, asegurando que “tienes que ser controlado, tienes que ser inteligente para jugar”.

Poco después, la periodista Alejandra Valle le preguntó a Longton si se considera ludópata ante su gusto por el póker.

“No”, respondió entones, “¿y sabes por qué no? Porque nunca lo fui, ludópata es la necesidad diaria de ir al casino o jugar, yo nunca he tenido necesidades diarias, si un día pierdo, no despierto al otro día con ganas de jugar y pasan muchos días, y pasan meses y yo no voy”.

Sobre su trabajo, Longton afirmó que en “estos dos años, laboralmente, han sido los mejores porque me manejo como pez en el agua, tengo que ser yo, me pagan por ser yo. Mi misión es reclutar jugadores y que entren con mi código, al entrar con mi código tienen un premio”.

Al ser consultado por Emilia Daiber respecto a si se proyecta en este trabajo, Longton transparentó su sentir con otros empleos.

“Absolutamente. Yo en verdad reconozco que más que flojo, no tengo voluntad de hacer las cosas, me cuesta. Si tú me dices, Arturo léete ese libro porque tenemos una exposición mañana y ese libro tiene 200 páginas, yo me quiero matar”, dijo.