Hace casi 20 años, el crimen de Daniella Perez, una exitosa y joven actriz horrorizó a Brasil. Su cuerpo fue encontrado al costado de una carretera de Río de Janeiro, con 18 puñaladas en el pecho. Tenía sólo 22 años.
Su muerte impactó al mundo en 1992, pues Perez era una estrella en ascenso y una de las protagonistas de la teleserie Cuerpo y Alma, del canal Red Globo.
Fue cuestión de horas para que la policía diera con los responsables de su asesinato, Guilherme de Padua y su entonces esposa Paula Thomáz. De Padua también era actor y trabajaba con Daniella en la misma teleserie, de hecho, interpretaba a la pareja del personaje de la víctima.
La actriz era hija de la connotada guionista brasileña Glória Perez y comenzó su carrera siendo muy pequeña como bailarina, para lo cual demostró tener un talento especial. Gracias a su carisma, consiguió pequeños roles en teleseries que se convirtieron en personajes favoritos para el público.
En 1990 se casó con el actor Raul Gazolla, quien era 15 años mayor que ella. Paralelamente sus apariciones en televisión se hicieron más frecuentes, incluso participó en una producción escrita por su madre, donde interpretó a una bailarina con pocas horas de pantalla, lo que pronto cambió.
En 1992 consiguió el papel que acabaría con su vida. La actriz obtuvo el rol de Yasmín en Cuerpo y Alma, teleserie también escrita por su madre y que seguía la historia de un juez que se enamoraba de la mujer que recibió el corazón de su amante.
El personaje de Perez comenzó a ser muy querido por el público, no así el de Padua, quien daba vida al extremadamente celoso novio de Yasmín, quien le impide vivir su vida libremente e incluso la obliga vestirse menos provocativamente.
Su último día
El 28 de diciembre de ese año, la pareja de actores grabó sus últimas escenas del año, donde terminaban su relación.
En medio de esto, Padua tuvo una crisis de llanto (pues supuestamente iba a ser sacado de la telenovela) y desconsolado comenzó a buscar a Daniella por los estudios de Tycoon. Según testigos, cuando la encontró intentó entregarle algo que ella rehusó a recibir.
Según la versión oficial de la Fiscalía, el hombre se dirigió a su departamento de donde salió con su esposa, la también actriz, Paula Thomaz, quien fue vista llevando un juego de sábanas y una almohada al auto de su marido. Ambos regresaron a los estudios, pero Thomaz se quedó escondida en la parte trasera del vehículo.
Daniella y Padua terminaron de trabajar cerca de las 21:00 horas, cuando salieron a saludar a los fans apostados en el lugar, con quienes compartieron y se tomaron algunas fotos. La actriz se despidió y se dirigió a su auto, al igual que su compañero.
Cuando la joven se detuvo para cargar combustible, Padua y Thomaz la emboscaron mientras se retiraba del lugar. Luego que ella bajara del vehículo para ver qué ocurría, Guilherme le dio un puñetazo en la cara que la dejó inconsciente y la llevó al asiento trasero de su auto, que ahora era manejado por su esposa, mientras él se hizo cargo del vehículo de Daniella.
Los dos automóviles se trasladaron a una zona aislada donde se detuvieron. Allí apuñalaron 18 veces a la joven, cinco de ellas en el corazón y el cuello.
Pese a que se encontraban en un lugar alejado, una persona pasó por el lugar en su auto y al ver los dos vehículos estacionados pensó que era un asalto, por lo que anotó las matriculas y llamó a la policía cuando llegó a su hogar.
Las autoridades fueron a verificar la denuncia pero sólo encontraron el auto de Daniella y los documentos de su esposo dentro de él. Mientras inspeccionaban el lugar, uno de los policías tropezó con el cuerpo de la actriz.
Una confusa investigación
La noticia rápidamente fue informada a la familia, cuyos miembros llegaron desechos a la comisaria, hasta donde también acudieron Guilherme y Paula, quienes supuestamente querían consolar a la madre y marido de Daniella.
Al día siguiente, la policía consiguió identificar al dueño de la patente pese a que esta había sido adulterada con cinta adhesiva. Durante la mañana detuvieron a Padua, quien negó todos los cargos, versión que cambió varias veces a lo largo de la investigación.
Más tarde se comprobó que Paula también había participado en el crimen, aunque ella afirmó que sólo había estado presente y no la había matado.
Padua más tarde aceptó su participación en el crimen, sin embargo, señaló que lo había hecho en defensa propia pues Daniella lo había amenazado con matar a su esposa embarazada de cuatro meses si él terminaba su relación sentimental con ella.
Luego de divorciarse de su Thomaz, cambió nuevamente su testimonio en el juicio. Esta vez, responsabilizó a Paula del homicidio y culpó a los celos, por los que ella ya era famosa en Brasil.
El actor también aseguró que sí mantenía una relación con Daniella, pero sólo por interés a que su madre le ayudara profesionalmente en su carrera, pero cuando se enteró que Paula estaba embarazada intentó finalizar el amorío, relación que fue negada por la familia y compañeros de trabajo de la víctima.
La noche del crimen, afirmó que llevó a Daniella a una playa desierta para hablar con ella, pero que su esposa iba escondida en la parte trasera del auto. En el lugar estalló una pelea entre los tres.
“Mientras agarraba a Daniella, trataba de detener a Paula con la otra mano pero perdí el equilibrio y caí al suelo”, relató en su declaración, según consignó el diario español El País.
Debido a la caída, Pérez y Padua se golpearon la cabeza y supuestamente perdieron la conciencia, por lo que Paula pensó que Daniella estaba muerta. “Escuché algo y dije ‘Paula, ¿qué está pasando?’ Volví y solo escuché los dos o tres últimos golpes”, agregó.
La pareja abandonó el cuerpo de la joven en el lugar y huyeron. Más tarde, el hombre fue a una playa cercana para deshacerse del arma homicida, la que jamás fue encontrada.
“No me extraña que alguien como él sea capaz de intentar manchar la memoria de la víctima, que ya no puede defenderse”, señaló la madre de la joven al enterarse de esta versión.
La versión oficial
Asimismo, Paula también responsabilizó a su marido, sin embargo, la versión oficial aceptada por el Tribunal fue que el hombre intentó seducir a Perez por interés al poder que tenía su madre. Cuando se dio cuenta de que su personaje tenía menos apariciones por semana, responsabilizó a Daniella de haberle contado a su madre de sus acercamientos e intentos de seducción.
Según el portal Eltiempo.com, el fiscal que llevaba el caso aseguró que el hombre le contó todo a su esposa y que ambos decidieron asesinar a la mujer.
Un castigo insuficiente
El 25 de enero de 1997, Padua y Thomaz fueron condenados por homicidio calificado, a 19 años y 18 años, respectivamente. Sin embargo, salieron de la cárcel tras cumplir sólo siete años de prisión.
Hasta ese momento, el homicidio calificado no era considerado un “crimen hediondo”, es decir, que no recibía la máxima reprobación por parte del Estado (como sí ocurría con la extorsión por secuestro y violación), lo que cambió tras la liberación de la pareja.
La madre de Daniella lideró una campaña nacional, junto a otros familiares de víctimas de asesinato, para cambiar la ley de forma que las penas por este delito fuesen cumplidas exclusivamente en régimen cerrado, es decir, detrás de las rejas.
La campaña recolectó 1,3 millones de firmas e hizo que el Congreso votara y aprobara una enmienda popular que convertía el homicidio calificado en un “crimen hediondo”. Fue la primera enmienda popular aprobada de la historia brasileña.
Hasta antes de eso, los acusados tenían la posibilidad de acceder a una “progresión de régimen de cumplimiento de pena”, con la cual se le daba al preso la oportunidad de, gradualmente, volver a convivir en sociedad. Como la enmienda se realizó luego del juicio de los asesinos de Daniella, estos pudieron permanecer en libertad.
Actualmente, la progresión en casos de “crímenes hediondos” es posible sólo después del cumplimiento de dos quintos de la pena para los reos primarios, y de tres quintas partes de la pena para reincidentes, consigna el portal brasileño Nexo.
En una entrevista publicada en 2012 por el diario O Globo, Gloria Pérez afirmó que los asesinos de su hija “cumplieron seis años en el área VIP de los respectivos presidios y fueron puestos en la calle”. “Para ellos salió barato”, afirmó.
Vida post crimen
Tras salir de la cárcel, Pauda comenzó a trabajar en Belo Horizonte en la Iglesia Bautista de la Lagoinha, y el año pasado se convirtió en Pastor. Además se casó dos veces más.
Estando en la cárcel, el actor también escribió un libro contando “su verdad”, pero su publicación fue evitada gracias a un recurso legal interpuesto por la madre de Daniella. Sin embargo, más tarde su segunda esposa lanzó otro libro relatando su versión.
En 2012 también concedió una polémica entrevista en televisión, asegurando que intentó evitar el crimen y volvió a culpar a su entonces esposa, Paula.
“Durante mucho tiempo tuve dudas si había sido yo, porque en la dinámica que sucedió, pensamos que ella había muerto antes de ser apuñalada (durante una pelea), y si ella murió antes, entonces fui yo (quien la mató)”, dijo.
También señaló que Paula golpeó a la actriz para crear una falsa coartada. “Yo le pregunté por qué lo había hecho, y ella dijo: ‘Eso es para que ellos piensen que fue algún fan loco, porque los fans locos lo hacen"”, añadió.
Actualmente vive una vida tranquila e incluso tiene una cuenta de Instagram, mientras que de Thomaz no se sabe mucho, excepto que abandonó su carrera de actriz y se casó con un abogado con quien tiene dos hijos.
