Un clásico del cine juvenil es la popular película “Mean Girls” (Chicas Pesadas) protagonizada por Lindsay Lohan y Rachel McAdams, que bajo el guion de la comediante Tina Fey dieron vida a una perfecta parodia de la vida escolar estadounidense.

El film, que aún es un éxito, mostraba a una joven Lindsay que sólo tenía 18 años al momento de estrenar la película, mientras que McAdams tenía 26 años, y lo más curioso, su madre interpretada por la actriz Amy Poehler tenía 33 años, sólo 7 años más que su “hija televisiva”.

Este es un ejemplo sencillo de como Hollywood comienza a temprana edad a jubilar a las actrices que, aunque tengan logros que incluyan las preciadas estatuillas como los Golden Globes o un Oscar, son constantemente discriminadas por algo tan banal como su edad, con casos tan ridículos como este.

Claro que profesionales como Amy Poehler aprenden de inmediato cómo hacer frente a los desafíos que les presenta la industria cinematográfica e hizo un excelente trabajo interpretando a la peculiar “June George”.

Sin embargo, su caso es más común de lo que creemos y se aplica a mujeres que son incluso, calificadas como muy ancianas para encarnar a alguien de su edad o ser parejas de hombres, hasta 10 años mayores que ellas.

Cuando hay que esconder la edad

En 2011 la actriz Huong Hoang demandó a IMDB, la popular red social de la industria cinematográfica, que reveló su edad al publicar su fecha de nacimiento en la plataforma, acusando que la perjudicaba. “En la industria del entretenimiento, la juventud es la reina”, dijo la actriz en declaraciones recogidas por The Hollywood Reporter.

Hoang presentó su demanda de forma anónima, aunque luego tuvo que revelar su identidad, afirmando una serie de violaciones por parte de la plataforma a su privacidad y el incumplimiento de una ley de protección al consumidor, ya que la publicación de su edad le habría costado perder trabajos en la actuación, debido a que la percepción es lo que importa en la industria.

La actriz era apoyada por muchos actores e incluso el Screen Actors Guild (Sindicato de Actores) que se unieron a su causa, aunque perdió la demanda contra IMDb, propiedad de Amazon. Sin embargo, dejó un precedente de que en Hollywood la edad sí importa.

Y eso es lo que los economistas Robert Fleck y Andrew Hanssen demostraron en una investigación publicada por Business Insider en 2016.

Basándose en la plataforma de la discordia de Hoang, IMDb, los economistas analizaron la edad y sexo de papeles protagónicos en el cine estadounidense desde 1920 hasta la fecha en que realizaban la investigación descubriendo que las mujeres tienen más trabajo hasta los 30 años y luego de los 32, el número de papeles baja considerablemente.

Lo más desalentador es que a medida que van envejeciendo, la industria es aún más desalentadora que para los hombres, considerando que ellas “tienen una probabilidad cuatro veces mayor de ser retratadas como seniles o desaliñadas; tienen el doble de probabilidades de ser representadas como poco atractivas u obesas; y tienen casi el doble de probabilidades de sentirse insultadas por estereotipos de discriminación por edad de todo tipo “, destacó la investigación “Frágiles, desaliñadas y olvidadas: un estudio sobre los papeles cinematográficos para las mujeres mayores” que realizó la fundación Geena Davis Institute on Gender in Media, que lidera la actriz estadounidense del mismo nombre, consignó Yahoo.

Cuando la edad te quita el papel

Probablemente estés pensando que son casos aislados y seguramente ocurre para actrices que ya están sobre los 40 o 45 años, sin embargo, la realidad afecta incluso a jóvenes actrices.

En 2015 la actriz Maggie Gyllenhall, que en ese momento tenía 37 años, confesaba a The Wrap que recientemente había sido considerada demasiado mayor para interpretar a la amante de un hombre de 55 años.

La ganadora del Globo de Oro por “The Honourable Woman” declaró que la decisión que tomaron los productores la dejó atónita. “Al principio me hizo sentir mal, luego me enfadé y al final me hizo reír” indicó, añadiendo que “hay cosas realmente decepcionantes sobre ser actriz en Hollywood que no dejan de sorprenderme”.

Un caso similar vivió la actriz y directora Elizabeth Banks, quien a los 28 años audicionó y era la favorita para interpretar a Mary Jane Watson en la entrega de Spiderman, en 2002.

La estrella indicó a Glamour UK: “Hice una prueba de cámara para el papel de Mary Jane Watson en la primera película de Spiderman con Tobey Maguire (…) Tobey y yo tenemos básicamente la misma edad y a mi me dijeron que era demasiado vieja para interpretar el rol”.

Otra actriz que tuvo que vivir una situación similar fue Olivia Wilde, la que fue descartada para ser la mujer o la amante de Leonardo Dicaprio en “El lobo de Wall Street” cuando ella tenía 29 años y el ganador del Oscar, 38.

Cuando te ganas el papel, una gran diferencia… de edad

Por el lado contrario, hay muchas actrices que gracias a su juventud sí ganaron los papeles, aunque se tuvieron que enfrentar a sus parejas cinematográficas, mucho mayores que ellas, con diferencias que eran de hasta 30 años.

Los ejemplos incluso están en los clásicos del cine como Casablanca (1941) donde el protagonista Humphrey Bogart tenía 41 años, mientras que su coestrella Ingrid Bergman sólo 21. En Pretty Woman (1990) el seductor Richard Gere era 18 años mayor que la estrella de la película, una joven Julia Roberts, destaca El País.

Otro filme que también muestra una diferencia abismante entre los actores, es “El lado bueno de la cosas”, protagonizado por Jennifer Lawrence y Bradley Cooper, quienes tienen 16 años de diferencia, pero en la película los mostraban como si tuvieran la misma edad.

Casos extremos son “Seis días y siete noches” (1998) en el que podemos ver a un experimentado Harrison Ford, de 55 años, con una joven Anne Heche, que tenía sólo 29 años o “Un crimen perfecto” (1998) en el que Michael Douglas ya estaba en los 54 años mientras que Gwyneth Paltrow, sólo tenía 26 años.

¿Qué hacer cuando ya eres “anciana” para Hollywood?

Cuando envejeces en Hollywood la reinvención es esencial para, básicamente, seguir trabajando. Eso es lo que hizo la oscarizada Reese Witherspoon, quien pese a su comprobado talento al momento de envejecer no fue considerada para papeles que ella considera interesantes para su propia carrera, por lo que tomó una decisión radical.

La actriz de “Legalmente Rubia” decidió comenzar a trabajar como productora con su empresa Pacific Standard Film, con el objetivo de tener proyectos interesantes para ella, pero también darle cabida a otras mujeres que hasta el momento no la tenían en la industria, destacó Vogue.

De esta forma, Reese se transformó en una de las mujeres más poderosas de Hollywood lo que se demuestra con las nominaciones al Oscar que consiguió con la película “Alma Salvaje” o el Globo de Oro para “The Morning Show” y “Big Little Lies”, todas producciones en las que trabajó con su equipo.

Camino similar ha seguido su amiga y colega Nicole Kidman, quien fundó Blossom Films, productora que realizó producciones como “The Undoing” y selló en 2018 un acuerdo con Amazon Studios para desarrollar series de televisión, películas y contenidos digitales para la compañía.

Jennifer Salke, directora de Amazon Studios señaló respecto de la contratación: “Nicole es una fuerza de la naturaleza como actriz y como productora” añadiendo “Ella entiende el enfoque de llevar televisión adictiva, entretenida y convincente a nuestros clientes de Prime Video, así como películas que conecten con las audiencias cinematográficas”, consignó El Mundo.