Meghan Markle hizo gala este martes de un inesperado talento para lanzar botas de goma, un deporte insólito pero relativamente extendido en Nueva Zelanda, superando cómodamente a su marido, el príncipe Harry.

Es poco probable que la antaño estrella de la serie estadounidense Suits hubiera imaginado, al casarse con Harry, que su deber de representante de la corona británica la llevaría a lanzar una bota de goma lo más lejos posible en un prado empapado por la lluvia.

Pero Markle, cuyo embarazo apenas es visible, envió sin problemas su bota roja con lunares blancos y, al hacerlo, batió a su marido bajo los aplausos de los niños de su equipo.

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Isabella Iti, una de las alumnas de la Pinehill School, donde tuvo lugar el acto, declaró que en la competición reinaba un ambiente distendido entre la pareja.

“Creo que ella pensaba para sí que no tenía ninguna posibilidad de ganar. Pero ganó“, declaró.

Lanzar botas de lluvia o “welly wanging”, como se le conoce en Nueva Zelanda suele practicarse en fiestas municipales o acontecimientos caritativos. Cortar madera, escupir huesos de aceitunas y escalar a los árboles lo antes posible también son actividades muy populares.

Con todo, la duquesa de Sussex estuvo lejos de batir el récord establecido por Brent Newdink, exatleta de decathlon de la Commonwealth.

Según la prensa local, el deportista neozelandés lanzó su bota a 48,5 metros de distancia pero fue descalificado porque no era oriundo de la región.

La pareja real está apurando los últimos momentos de su gira de 16 días por el Pacífico, que los llevó a Australia, Fiyi, Toga y, por último, Nueva Zelanda.