Lo que más llamó la atención de los trabajadores y de los otros apostadores fue que al ganador nunca antes lo habían visto en la sala de juegos. "Cobró su dinero y se retiró rápidamente", dijeron desde Monticello. Tampoco aceptó la invitación a hospedarse en el hotel.

No se sabe si fue “suerte de principiante” o la experiencia, pero en Monticello nunca antes habían visto a un hombre que acudió al casino a jugar póker, apostó menos de $20 mil, logró una escalera real y se retiró raudamente del recinto tras ganar $171.141.452.

De hecho, ni siquiera aceptó la invitación para quedarse en el hotel de la propiedad y optó por no entregar su nombre públicamente.

Desde el casino destacaron que fue el “premio progresivo más grande entregado en lo que va de este año” y que el triunfador “no había sido visto anteriormente en la sala de juegos”.

“Tras cobrar su dinero, se retiró rápidamente con mucha alegría”, indicaron desde Monticello.

El hombre ganó luego de jugar una partida de póker en la que apostó una cifra inferior a $20 mil y que terminó con la escalera real, considerada la mano más valiosa y menos frecuente de ese juego.

Desde el casino Monticello detallaron el jugador y su acompañante sólo comentaron escuetamente que el premio les llegaba “en un muy buen momento para afrontar algunas deudas y hacer un viaje al extranjero”.

La ganancia fue entregada, a petición del ganador, mediante un cheque.

Ante este insólito hecho, Manuel Rojas, gerente general de Monticello, sostuvo que les alegraba que el ganador fuese alguien que no asiste regularmente a las dependencias de la sala de juegos.

“(…) Demuestra que la suerte siempre es una puerta que se puede abrir para todos por igual”, concluyó.