Por una serie de factores, la empresa detalló que pasó de facturar $200 millones mensuales a $40 millones.

El jueves 7 de julio se difundió que una de las empresas de cobranza más importantes de Chile, Servicios Integrales de Cobranza y Correspondencia SpA (SICC), solicitó su quiebra; y que se estaba viendo “turbada” por llamadas de cobranzas por parte de los acreedores.

Y en las últimas horas se informó que una segunda compañía de ese rubro inició un similar proceso de liquidación voluntaria aludiendo a los efectos del estallido social y la pandemia.

Conforme a Diario Financiero, se trató de Back Office S.A. (Bosa), la cual también apuntó que a los cambios en la Ley 21.230 afectó y restringió los procesos de cobranza.

Asimismo la empresa detalló que perdió a Banco de Chile, que era uno de sus clientes más importantes.

Por todo, pasaron de facturar $200 millones mensuales a $40 millones.

Bosa aseguró que su situación es compleja, que no puede de momento cumplir con sus acreedores ni finiquitar a sus trabajadores.