Una influencer creó, en base a GPT-4, una versión "digital" de sí misma a la cual promociona como una "compañera virtual" para sus seguidores. Permitiría hablar con ella desde trivialidades hasta simulaciones de conversaciones sexuales, cobrando $1 dólar cada minuto. Ya sumaría más de un millar de usuarios pagos.

La influencer de 23 años Caryn Marjorie creó una versión de sí misma con inteligencia artificial (IA), para arrendarla a sus seguidores como ‘polola’. “CarynAI es simplemente sólo una extensión de mí misma, de mi conciencia”, manifestó la joven que cobra $1 dólar el minuto por la experiencia.

Para ello, la joven -que acumula más de 1.8 millones de seguidores en Snapchat, Instagram y TikTok- trabajó con la firma Forever Voices y con el sistema GPT-4 de OpenAI para entrenar una inteligencia artificial hasta moldearla “a su imagen”.

“Subí más de 2.000 horas de mi contenido, voz y personalidad para convertirme en la primera creadora (de contenido) en ser convertida en una IA. Ahora millones de personas podrán hablarme al mismo tiempo”, anunció en su cuenta de Twitter sobre su plataforma, a la cual se puede acceder mediante su sitio web oficial.

Ante Fortune, explicó que ya sea que necesites a alguien reconfortante o amoroso, o sólo quieras quejarte sobre algo que pasó en la escuela o en el trabajo, CarynAI estará siempre ahí para ti”. Según dicho medio, las interacciones con CarynAI pueden incluso llegar a lo sexual.

A la fecha, CarynAI ya tiene más de 1.000 usuarios pagos -el 99% de ellos hombres-, generando más de 71 mil dólares (56 millones de pesos chilenos) en ingresos, pudiendo ascender hasta los 5 millones al mes según la misma influencer anticipó a Fortune.

CarynAI se suma así a Replika, que fue diseñado como un “chatbot de compañía”, y Character.AI, que permite diseñar multitud de personajes inspirados en sus contrapartes reales, ficticias e históricas, así como jugar partidas de rol.

Asimismo, ya antes celebridades como Kim Kardashian y Jeremy Renner han intentado monetizar versiones digitales de sí mismos, aunque ninguno alcanza el nivel de ‘hiper-realismo’ que busca CarynAI, al basarse en GPT-4.