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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Estudiantes y docentes del IP Santo Tomás San Joaquín crearon ‘Insuflex’, material térmico, acústico y sustentable a partir de reciclaje de envases Tetra Pak. Ganaron fondo ‘Transformar para Impactar’ y pasantía en Medellín. Proyecto busca ser alternativa en construcción. Colaboración con Tetra Pak y enfoque en economía circular. Innovación en acústica y química.

Un equipo compuesto por estudiantes y docentes del Instituto Profesional Santo Tomás, sede San Joaquín, desarrollaron ‘Insuflex’, un material térmico, acústico, ignífugo y sustentable, creado a partir del reciclaje de envases de cartón para bebidas.

Se trata de un proyecto innovador con impacto ambiental y proyección internacional creado por un grupo interdisciplinario de estudiantes y docentes del Área de Comunicación e Ingeniería, que busca transformarse en una alternativa en el área de la construcción.

Con el apoyo de la empresa Tetra Pak, líder mundial en soluciones de envasado, Insuflex se adjudicó el fondo concursable de Vinculación con el Medio de Santo Tomás, “Transformar para Impactar”, y fue reconocido como uno de los dos mejores proyectos a nivel nacional del Instituto Profesional Santo Tomás, obteniendo una pasantía en Innovación Social en Medellín, Colombia.

“Este proyecto nace en el marco del impulso institucional por fomentar la innovación, algo que conversamos con Aixa, Emilio y Jonathan en la carrera. Nos preguntamos qué podíamos hacer desde sonido para postular a un fondo y decidimos abordar el reciclaje, pero desde un enfoque útil para la industria de la construcción”, relató Pablo Urrutia, coordinador de carreras de Sonido del IP-CFT Santo Tomás sede San Joaquín.

¿En qué consiste el proyecto ‘Insuflex’?

Inspirados en el uso que se da a la celulosa proyectada en cielos y muros de centros comerciales y estacionamientos, el equipo de Insuflex se propuso separar los componentes de los envases Tetra Pak para recuperar la celulosa y reutilizarla en soluciones constructivas.

“Teníamos claro que el cartón de estos envases tiene un valor y que podíamos transformarlo en un material con propiedades térmicas y acústicas. Así surgió la idea de Insuflex, que toma su nombre del proceso de insuflar material dentro de estructuras, como los muros falsos o de tabiquería metálica”, explicó Urrutia.

El desarrollo del proyecto no solo implicó el diseño y ejecución de prototipos, sino también la colaboración con docentes investigadores de ambas áreas, entre ellos el profesor Douglas Fernández, del Área de Ingeniería, clave en la evaluación de la composición química del material.

“Desde Sonido aportamos desde la acústica, pero necesitábamos el respaldo técnico en química y laboratorios que nos dio el equipo de Ingeniería. Esa sinergia fue fundamental para validar lo que estábamos proponiendo en tan solo tres meses”, detalló Pablo Urrutia.

Colaboración con el mundo privado

Una de las claves del proyecto fue la vinculación directa con Tetra Pak, con quienes se coordinó una reunión estratégica para conocer sus necesidades y líneas de acción en reciclaje.

“Conversamos con Gianfranco Raglianti, gerente de sustentabilidad de Tetra Pak, y nos compartió que están buscando desarrollar una planta en Chile para procesar estos residuos. Esa conversación nos motivó aún más: sabíamos que podíamos contribuir con una solución real y alineada con los desafíos país en economía circular”, recordó el coordinador de carrera.

Rodrigo Escobar, estudiante de Ingeniería en Sonido y parte del equipo de Insuflex, también valora el impacto de trabajar en este proyecto en su formación profesional y destaca la importancia que deja la innovación para el desarrollo del país.

“Más que a nivel país, creo que a nivel global innovar es abrir paso a nuevas oportunidades. Con la globalización, una idea como esta que surge desde nosotros puede no solo ayudar a nivel local o institucional. Podemos innovar y generar un producto o un servicio exportable, que genere flujo no solo económico, sino también tecnológico”, puntualizó Escobar.