Aunque para nosotros resultan invisibles, los microbios tienen una enorme importancia para la vida del ser humano, al punto que sin ellas no podríamos vivir.

Si bien la mayoría no resultan en absoluto perjudiciales, existen microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades.

Fue así como en la primera mitad del siglo XX comenzaron a aparecer los primeros antibióticos -como la penicilina- para hacer frente a esta amenaza.

No obstante, los antibióticos también han modificado el ecosistema de las bacterias que nos habitan, estimulando además el desarrollo de bacterias inmunes a todo tratamiento.

Así lo advierte el Dr. Martin Blaser, microbiólogo y autor del libro SOS Microbios, quien afirma que el efecto de los antibióticos sobre el microbioma, junto a un aumento del consumo de calorías, podría estar detrás de la pandemia de obesidad.

El Dr. Martin Blaser | news.ucsc.edu
El Dr. Martin Blaser | news.ucsc.edu

“Nosotros realizamos un experimento con ratones para ver cuál era la importancia relativa de los antibióticos y la ingesta de calorías en la obesidad. Lo que vimos es que si dábamos una dieta con muchas calorías a los ratones, engordaban”, señaló en conversación con El País.

“Si les dábamos antibióticos, también, pero si se lo dábamos todo junto engordaban mucho más. La vida es así, las cosas no son necesariamente excluyentes, podemos ver que en este caso ambas cosas contribuyen”, agregó.

Blaser, quien además es director del Centro para la Biotecnología y la Medicina Avanzadas de la Universidad Rutgers, explicó que si bien la obesidad comenzó en los países desarrollados, hoy en día los niños en todo el mundo en desarrollo están engordando.

“De hecho, si miras a los niños de menos de cinco años, el 80% con sobrepeso y obesidad están en países en desarrollo y en pocos años van a ser el 90%. Eso significa que ahora mismo hay 50 millones de niños en el mundo por debajo de cinco años que tienen obesidad o sobrepeso. Y se calcula que hacia 2020 serán 100 millones. La obesidad no es solo una epidemia, es una pandemia mundial”, sostuvo.

El experto advierte que en muchos países en desarrollo el uso de antibióticos en niños es mayor que en Estados Unidos o Europa.

Pixabay | Pexels (CCO)
Pixabay | Pexels (CCO)

“Los niños por debajo de un año de edad están recibiendo hasta diez tandas de antibióticos al año porque sus madres se preocupan de que están enfermos y el farmacéutico les da antibióticos para todo, desde una fiebre a un dolor de cabeza, y los antibióticos están fuera de control”, expuso.

En ese sentido, otro factor que está alterando nuestro microbioma, y que podría tener relación con el aumento de enfermedades como el asma o diabetes tipo 1, es el incremento de las cesáreas. Debido a que el bebé no pasa por el canal del parto, no recibe las bacterias de la madre, las cuales lo protegen de estas dolencias.

Blaser sostiene que aunque hay factores individuales que están cambiando nuestro microbioma, los efectos son acumulativos. “Las cesáreas tienen efectos negativos, los antibióticos tienen efectos negativos y dar leche de fórmula en lugar del pecho, también. Todo suma”, puntualizó.

El investigador señala en su libro que aún cuando las tasas de partos por cesárea están descendiendo, siguen siendo elevadas. “En Estados Unidos se aplican en el 32% de los nacimientos. En España es alrededor del 25%”, indicó.

“En Suecia o en Holanda, la tasa es del 12%, así que probablemente en España es el doble de lo que debería ser. En un país como Turquía es del 53%”, precisó. En el caso de Chile, la tasa es de un 42%.

“Por este motivo escribí el libro, para decirle a la gente por qué no debe pedirle antibióticos a su médico y debe preguntarle si está seguro de que necesita tomar antibióticos. La gente debe saber que tomar antibióticos o someterse a una cesárea tiene costes ocultos”, destacó.

Cabe destacar que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando está justificada desde el punto de vista médico, la cesárea es eficaz para prevenir la morbimortalidad materna y perinatal.

“Sin embargo, no están demostrados los beneficios del parto por cesárea para las mujeres o los neonatos en quienes este procedimiento resulta innecesario. Como en cualquier otra cirugía, la cesárea está asociada a riesgos a corto y a largo plazo que pueden perdurar por muchos años después de la intervención y afectar a la salud de la mujer, y del neonato, así como a cualquier embarazo futuro”, mencionó la organización.

“En los últimos años, los gobiernos y los profesionales de la salud han expresado su preocupación respecto del incremento en la cantidad de partos por cesárea y las posibles consecuencias negativas para la salud maternoinfantil”, añadió