El diálogo colectivo y un profundo tono sensible destacan en esta obra que la cia. La Re-Sentida expone, a través de las voces de 7 adolescentes de diverso perfil sexual que reiteran su rechazo a la idea de masculinidad que impone la sociedad contemporánea.
Por Leopoldo Pulgar Ibarra
Desde esta diversidad, la propuesta enfrenta los prejuicios existentes sobre cómo el hombre debe comportarse en su entorno, con qué debe jugar o cómo saludar a otro. Además de otras múltiples manifestaciones hetero normadas que al sobrevalorar lo masculino implica poder y dominio sobre lo femenino y la naturaleza, entre otros efectos.
La imagen que preside la obra -furiosos hombres prehistóricos acorralan a un mamut- simbolizará por oposición, la búsqueda de formas de vida alejadas de la brutalidad y la barbarie contemporánea.
Y en un sentido más amplio, cómo esos valores, conductas y costumbres se reflejan en las guerras encabezadas por hombres, en el autoritarismo y la violencia de un grupo sobre otros. O en la tendencia a hegemonizar a tal grado que hacen que la dimensión personal casi desaparezca.
A todo este complejo panorama se enfrenta “La posibilidad de la ternura” desde un relato que se instala en lo cotidiano, en cómo lo viven y testimonian siete muchachos que se muestran dispuestos a rechazar lo que oprime y determina su corporalidad, temas tratados más de una vez y de diversas maneras.
Bulling en los colegios, competencia desalmada, asociación de lo masculino con lo genital, gesto duro y distante en el saludo entre hombres, el aprendizaje social que viene de los padres, entre muchos otros prejuicios.
Pero al introducir y valorar el concepto de la ternura, la propuesta da un gran salto en su sentido. Esto, porque saca el tema del mundo de la abstracción para radicarla con estrépito en la dimensión personal, social, planetaria: la hace carne y sangre.
La posibilidad de la ternura se estrenó en la Ruhrtriennale de Bochum (Alemania) y ha realizado giras por Madrid, Valencia, Sevilla y Barcelona.
Objetivo y sentido
Siete cuerpos y siete voces en escena que no se disputan el micrófono. Se mueven de manera coherente con el andar colectivo de esta propuesta. Más aún si las palabras que se transportan tienen como base los testimonios recogidos en el mundo adolescente.
Con el objetivo y sentido muy visible desde su título, la ternura será en esta propuesta la piedra angular de la estructura del montaje. Una palabra clave y código de supervivencia.
De este modo, La posibilidad de la ternura agrega ese gran valor afectivo que muchas veces está ausente en las relaciones entre hombres heterosexuales. Incluso entre padre e hijo, aunque de alguna manera el prejuicio ha ido retrocediendo.
Aquí la ternura entre hombres se esfuerza y refuerza. Asociada a lo suave, frágil, melancólico y romántico para demostrar que este gesto que, prejuiciosamente, se vincula sólo a lo femenino y homosexual, forma parte de la expresividad humana, tal como lo enérgico en todos sus matices.
En este sentido, el espectador advertirá un punto de vista equivalente a una opción escénica que en el montaje busca resaltar el valor de un sentimiento y el grave déficit afectivo existente en el mundo heterosexual que debe ser removido.
Bandera colectiva
La obra es rica en testimonios sobre lo que para ellos ha sido y es convertirse en hombres, resistiendo la exigencia hetero normada que glorifica lo agresivo y fuerte.
Y para que se entienda que la ternura o ser frágiles, y demostrarlo, no es sinónimo de poca o nula masculinidad en un hombre.
Una visión que también defiende la capacidad de expresar, sin temor y con ternura, la potencialidad de lo sensual, emocional y sentimental.
El grupo alza como una bandera colectiva lo que siente, junto con afirmar su naciente convicción de construir su propia identidad, independencia y libertad, conscientes de las dificultades y sin miedo.
Todo matizado entre expresiones de sorpresa, grados de molestia, rabia y una clara convicción del elenco que parece exceder a lo escénico.
Lenguaje cotidiano
Relevantes son, por supuesto, los recursos artístico-técnicos de iluminación y sonido, las canciones, las coreografías y el enigmático esqueleto de mamut como presencia que atraviesa la historia de la humanidad.
Como también el lenguaje cotidiano de la obra, los testimonios y vivencias propias y ajenas, con textos traspasados por la elaboración de quienes ya pasaron la adolescencia.
Un material textual, cuyo sentido de fondo remarca que frente a este gran problema social sigue vigente la necesidad de construir espacios libres de violencia y de los modos tradicionales de ser masculinos.
La posibilidad de la ternura se nutre de la palabra testimonial de un elenco con cuerpos en busca de identidad que, por ahora, asumen la necesidad de continuar resistiendo y luchando contra los prejuicios, construyendo sus propios espacios de pertenencia colectiva.
La posibilidad de la ternura
Dramaturgia: Colectiva
Dirección: Marco Layera, Carolina de La Maza
Dramaturgista: Aljoscha Begrich
Elenco: Cia. La Re-Sentida (Leftrarü Valdivia, Camilo Bugueño, Efraín Chaparro, José Miguel Araya, Dimitri Bueno, Marcos Cruz, Matías Méndez)
Diseño escenográfico: Teatro La Re-Sentida
Iluminación: Karl Sateler
Vestuario: Daniel Bagnara
Diseño sonoro: Andrés Quezada
Sastre: Eugenio Pino
Colaboración artística: Ernesto Orellana
Realización esqueleto: Tomas O’Ryan
Asistencia dirección: Katherine Maureira, Humberto Adriano
Fotos: Teatre Escalante
Producción: Victoria Iglesias
Co-Producción: Münchner Kammerspiele
Co-Producción: Centro Gabriela Mistral GAM y Festival Ruhrtriennale (Alemania)
Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).
Jueves a domingo, 20.00 horas (miércoles 13, 20.00 horas).
Entrada general $ 8.000; estudiantes $ 6.000; personas mayores $ 5.600.
Hasta el 16 diciembre 2023.