La nueva cinta de Marialy Rivas (“Joven y alocada”) trata de Tamara, una niña de 11 años a punto de tener su primera menstruación, que vive al interior de una secta religiosa y ha sido elegida por su líder para procrear su heredero. Un varón, por supuesto.

Basada en un caso real, “Princesita” vuelve a algunos temas ya abordados en “Joven y alocada”, pero ahora su foco está dirigido en forma más clara hacia el patriarcado, a la cultura machista representada en este “líder espiritual” que manipula y abusa de las mujeres.

Ambientada en el sur de Chile, en un ambiente idílico, Miguel (Marcelo Alonso, “El clan”) es un cincuentón que vive con una pareja francesa rodeados de jóvenes (veinteañeros) y niños. Se bañan en una laguna, participan en diversos ritos, en saunas colectivos (todos desnudos, con tintes homosexuales), aislados del mundo, sin contacto con la “contaminación” exterior…

Salvo Tamara (Sara Caballero), que es enviada al colegio el pueblo como una prueba de resistencia a lo mundano, para demostrar que se puede mantener pura y virgen para procrear un ser superior: el sucesor de Miguel.

Pero la menstruación llega antes de lo que Tamara esperaba, y no está preparada. El temor la invade y ahí empieza el drama.

“Princesita” cuenta con un guión de Marialy Rivas y Camila Gutiérrez (“Joven y alocada”) con la colaboración de Guillermo Calderón y Manuela Infante. Una fórmula que ya había experimentado en su cinta anterior, en la que también contó con un numeroso equipo de guionistas (Camila Gutiérrez, Pedro Peirano, Marialy Rivas, Sebastián Sepúlveda y María José Viera-Gallo).

En “Princesita” hay ciertos prototipos –muy masculinos y machistas- de mujer y de niña (princesita), de cuentos infantiles con niños “atrapados” en el bosque (esa antigua idea que en la naturaleza están los peligros, lo desconocido, a diferencia de la ciudad que es donde está la seguridad –idea que se ha revertido con las grandes metrópolis y la violencia en ellas) y a merced de un lobo, un ogro o, en este caso, de un líder manipulador (tipo Karadima, con tintes de psicópata) que es el único que puede ser amado (de ahí también ciertas escenas donde las relaciones entre Miguel y los jóvenes se pueden interpretar como homosexuales y que éste sea el único que tiene relaciones sexuales). Un mundo donde las mujeres están al servicio de los hombres y, en especial, del líder, el macho de la manada.

Marialy Rivas y Camila Gutiérrez: Joven y alocada

Camila Gutiérrez se hizo conocida en redes sociales develando su mundo (familiar) ligado a una iglesia evangélica (con rasgos de secta). A partir de eso escribió el exitoso libro “Joven y alocada”. Con un lenguaje grosero y vulgar (soez para algunos) pero fresco, mostró -desde adentro- una realidad desconocida para muchos pero con la acidez y/o la lucidez (de acuerdo a cada cual) de quien está a contrapelo, de alguien que se rebela y desafía. (Después Camila Gutiérrez escribió “No te ama”, con el mismo lenguaje pero sin la frescura original, mostrando una realidad que ya no era novedosa, en la que aparecieron con más fuerza las debilidades y sus virtudes opacadas).

Marialy Rivas, con Camila Gutiérrez como coguionista (y Pedro Peirano, Sebastián Sepúlveda y María José Viera-Gallo), llevó a la pantalla “Joven y alocada” en una película provocadora tanto en su contenido como en su estética (con elementos kitsch y provocadores, como penes erectos recortados sobre el fondo con una animación rudimentaria como otros en algunas escenas de sexo). Una cinta exitosa que buscó en forma original combinar cine, estética kitsch (con algo de religioso), la dinámica del libro y la de una persona activa en las redes sociales (aunque, opinión personal, sobrevalorada vista con más perspectiva).

“Princesita” es una cinta de estética cuidada (dirección de fotografía de Sergio Armstrong, “El Club”), que logra introducir en un ambiente aparentemente idílico, con una tensión de base y Miguel conteniendo y manipulando mientras se muestra a Tamara dividida permanentemente entre el actuar “correcto” que se le impone y su voz interior (recurso similar al usado en “Joven y alocada”). Es una película que aborda de forma directa y crítica el patriarcado, y en este sentido presenta una mirada más “militante”.

"Princesita"
“Princesita”

Con todos los puntos a favor, “Princesita” no convence. En ello inciden muchos factores, entre ellos tener un Marcelo Alonso que no está a la altura del sacerdote jesuita que interpretó en “El Club” (siendo en algunas escenas poco creíble), como el exceso de belleza (todos en la comunidad son bellos, o muy bellos), o este ambiente tan idílico, sin problemas mundanos como tener que hacer aseo, cocinar, o trabajar.

“Princesita” es demasiado idílica, con gente bien que puede darse esos lujos: vivir en una burbuja. De la misma forma, parece como un relato hecho “desde fuera”, desde la cabeza y las convicciones más que desde las vivencias.

Si bien “Princesita” plantea temas centrales, su desarrollo parece pobre y estos resultan superficiales y básicos, donde hay muchas insinuaciones pero se muestra poco, por ejemplo los mecanismos de operar del patriarcado, la manipulación del líder (en este sentido es un gran aporte “El bosque de Karadima”) o el rol de las otras mujeres. Y surgen personajes como la profesora (María Gracia Omegna, “Joven y alocada”) o de un compañero de colegio que no alcanzan peso y no se entiende su incorporación.

El final es, a mi juicio, decepcionante. Demasiado fácil y abierto. Si la película “Joven y alocada” es al libro homónimo, “Princesita” es a “No te ama”.