Una visión crítica y penosa de los medios de comunicación y de la morbosa competencia que los mueve ofrece la compañía Frente Teatral en una sátira que muestra un día en la precarizada vida laboral de un canal de noticias.
Por Leopoldo Pulgar Ibarra
Sus integrantes dicen que decidieron perfilar, en esta propuesta, la profunda “degradación político-social” que investigaron y vieron, como espectadores de hoy, en un tramo importante de la vida del país.
Afirma la directora de “Mediocres”:
“Desde la revuelta social hemos visto que los discursos que se levantaron en la calle y lo que se mostró en las noticias se fueron transformando en entretenimiento de opinólogos políticos y ocasión para desinformar”.
Incluso, hasta el reciente plebiscito constitucional, “con todo tipo de mentiras que circularon por la TV y las RR.SS”.
“Nuestra sátira expone con humor la crisis de los medios de comunicación, de sus rostros, los fake news y discursos de odio.
“También los intentos de un canal por convertirse en líder de opinión, desesperado por frenar su inminente quiebra. Y muestra también lo peor de las personas”, agrega María Figueroa Mardones, directora de Mediocres.
Darwinismo mediático
¿Cómo describirías ese proceso vivido por los medios?
“En los medios hubo cosas a favor y en contra, se mantuvo un filtro. Pero la objetividad se fue perdiendo: se criminalizó la protesta y el primer proceso constituyente se abordó con propaganda de terror, tratando a los televidentes como si fueran niños.
“Las editoriales de los matinales pasaron de ser más políticas a lo cotidiano, con La Red como excepción, el canal más afectado: como su editorial mostraba la verdad se consideró que iba en contra de las ideas de los auspiciadores.
“Impacta la violencia que transmiten los medios al tener una línea editorial tan sesgada, dirigiendo la opinión pública.
“En este punto se instala la obra: para mantener el rating se trata de hacer cualquier cosa. Los protagonistas de la obra son periodistas, pero como son mediocres no lo pueden lograr. En los ensayos fuimos encontrando esta forma más satírica”.
Hay una galería de trabajadores en la obra…
“Sí. Vimos en ciertos animadores-periodistas un espíritu showcero. Por eso, al abarcar en la obra como noticia el robo al carro del mote con huesillo, el cuerpo nos entregaba la posibilidad de exacerbar una emoción.
“Ciertos periodistas han sido agentes de una supuesta verdad, cuando son sólo sus subjetividades. También vimos actos xenófobos, racistas, clasistas y discursos de odio muy peligrosos en la actual televisión.
“Buscamos impactar, que nuestras noticias llamen la atención. Simulamos estar en un set de TV y cómo nuestros cuerpos van derivando a una crisis que los propios protagonistas van creando.
“A este proceso de transformación denominamos darwinismo mediático, una estrategia de periodistas para sobrevivir con las nuevas tecnologías”.
Bocas y oídos
Impacta comprobar que nadie escucha a nadie…
“Aparte de hablar de los medios de comunicación, la obra también alude al abuso y precarización laboral. Cómo un joven periodista en práctica paga el pato. Es el último en la pirámide invisible del abuso de poder. No sabe qué hacer frente a eso.
“Es cierto. Nadie se escucha, cada uno cree tener la verdad. ´Yo voy por la verdad´, dicen los periodistas, pero aluden a su propia verdad”
Los diálogos frustrados desarman a cualquiera…
“El pimponeo en los diálogos se creó, a partir de improvisaciones, hasta conseguir la rapidez que se requería en función de ir alimentando una situación de crisis desbordada. Nadie se escucha, se dicen discursos que están vacíos. Pronunciar palabras que no dicen nada es el argumento de la obra”.
Dos extremos
¿Se salva el estudiante en práctica?
“No se sabe, el pasante y el animador son los extremos en esta obra. Representan a nuestra generación: gente de 30 años aproximadamente, todos perdidos en el mundo laboral, buscando trabajo.
“El animador muere con su ego, sus conductas pasadas de moda lo llevarían a sucumbir. Se trivializan los contenidos y la verdad. Se dejan contenidos fijos en las RRSS, cada uno se queda con lo que se quiere quedar.
“El caos es total. Por eso la obra tiene una dinámica vertiginosa. El agobio es demasiado: todos los personajes están sujeto a la obligación de entretener, rodeados de aplicaciones que tienen que usar, redes, celulares, competencia en los canales…
“Y, al final, todo se vuelve un vacío. En la última parte hay baile, videos, discursos. Algo de todo esto llegará a cada espectador”.
Mediocres
Dramaturgia: Juan Pablo Troncoso
Dirección: María Figueroa Mardones
Elenco: Rodrigo Florechaes Díaz, Tomás Ahumada, Linus Sánchez, Valentina Torrealba, Deborah Carrasco
Diseño:
Sonoro: Camilo Venegas
Iluminación: Javier Pavez
Escenografía y vestuario: Andrea Pizarro Montaje audiovisual: Jean Paul Osses
Multimedia: Julián Rudy
Gráfica: Diego Valenzuela
Prensa: Palominos Comunicaciones
Producción general: Victoria Iglesias
Financiamiento: Fondart
Matucana 100
Sala Patricio Bunster
Miércoles a sábado, 20.00 horas; domingo, 19.00 horas.
Paga lo que puedes: $ 7.000, $ 5.000 ó $ 3.000.
Recomendada para +12 años.
https://shorturl.at/bILR0.
Hasta el 22 de diciembre 2023.
