María Carla Pino Cury (31) fue escogida entre los cientos de aplicantes a nivel global y se presentará en la Ópera Garnier en enero para enfrentarse a otros 8 artistas en busca del primer lugar.

La cantante ha vivido un largo tiempo en Europa presentándose en los recintos de ópera más famosos del mundo, como el Gran Teatro de Luxemburgo, el Teatro de Ópera de Dusseldorf en Alemania y el Teatro de Basilea en Suiza gracias a un talento: su voz soprano.

Hoy en su carrera da un paso más y, con ello, representará a Chile porque se convirtió en una de las 9 finalistas de la prestigiosa competencia de cantantes jóvenes de ópera a nivel mundial, Paris Opera Competition.

Se trata de un concurso que se realiza cada dos años para descubrir las voces operísticas más bellas gracias a la mirada de un jurado excepcional. Ellos, tras una extensa ronda de presentaciones, escogen a los finalistas para llevarlos a París en enero para que canten en un gran show en la Ópera de Garnier. De hecho, allí será el debut de María Carla en Francia. “Llegar a ese lugar (finalista) es un gran logro. Lo que venga después es extra. Siento que no tengo que probar nada a nadie, sólo a mí misma. Me siento orgullosa del camino que he hecho y de llegar a tamaña casa de ópera”, expresa la soprano.

La artista

María Carla nació en una familia de músicos clásicos con gran reputación en nuestro país. Su abuelo, Enrique Pino, fue trombonista y fundador de la Orquesta Sinfónica de Chile, y su abuela, Norma Kokisch, también fue integrante de la orquesta. Asimismo, su padre, Francisco Pino Kokisch, y tía, Maritza Pino Kokisch, son cellistas que también fueron parte de la Orquesta Sinfónica durante muchos años. Incluso su madre, Mónica Cury, también es del mundo de la música clásica, pues es arpista.

María Carla estudió unos años canto lírico en la Universidad Católica y, tras asistir a una Master Class de una intérprete holandesa, se le presentó la oportunidad de estudiar en Basel College of Music en Suiza.

Actualmente, la cantante cuenta con una carrera de pregrado y una maestría allí, además de extensa experiencia cantando, especialmente en Deutsche Oper am Rhein Düsseldorf, en Alemania, que fue su casa por mucho tiempo. Es más, su debut en Europa fue a los 24 años en el Teatro de Basilea cantando L’enfant et les sortilèges y luego interpretando papeles como Lucía en La Violación de Lucrecia, de Benjamin Britten, y Papagena en La Flauta Mágica, de Mozart.

Durante la semifinal la chilena interpretó las arias “O Luce di Quest’anima” de de la Ópera Linda di Chamounix del compositor G. Donizetti y “Grossmächtige Prinzessin” de la Ópera Adriadne auf Naxos de R. Strauss, y llegará a Paris en enero para competir por el primer lugar en Paris Opera Competition 2022.