Durante un mes, el periodista Fernando Lasalvia se instaló en una habitación de Estación Central para intentar sobrevivir a la pandemia sólo con la caja de alimentos que entregó el gobierno en mayo pasado.
La experiencia quedó plasmada en Distancia Social (Fernando Lasalvia, 2020), un documental en primera persona que plantea desde su origen una premisa radical: la distancia social entre los chilenos, entre los sectores más acomodados y los más empobrecidos, lleva décadas, y sólo se hizo más intensa y evidente gracias al covid-19.
“Me pasó al principio, como a todos, que sentí que tenía covid-19 en algún momento”, recuerda el ex “C. Q C” en diálogo con BioBioChile al recordar el inicio del rodaje. “Antes de empezar con las grabaciones, me hice el examen (PCR) para no contagiar a las personas con las que vivía. Y en la calle me estaba monitoreando con test rápidos”, cuenta.
En esos días de reporteo, Lasalvia constató in situ que a pesar de los llamados oficiales a respetar la cuarentena, los sectores más vulnerables tuvieron que salir a trabajar de todos modos.
“Los recolectores estaban en la calle, los trabajadores, las enfermeras, los doctores y el personal de salud; era lógico que ellos tuvieran que estar ahí, pero no era lógico que los medios no estuvieran en la calle”, dice.
El registro fue filmado entre mayo y agosto de este año, y por lo mismo funciona como un diario audiovisual de las caóticas primeras semanas de pandemia. De telón de fondo, transcurren las frases del exministro Mañalich sobre el virus “buena persona”, los anuncios de las autoridades sobre la “nueva normalidad” y la insistencia del presidente Piñera en el trabajo de antelación del gobierno.
En esa línea, la mirada periodística y la constatación del absurdo son una constante del largometraje, donde el humor, la sátira y la ironía tienen un rol fundamental.
“Uno ve una tragicomedia todo el rato: la tragicomedia de la desigualdad. La misma gente se lo toma con humor y se termina riendo de las autoridades, y de cómo estas la tratan”, cuenta.
La periodista Alejandra Matus, el presidente ejecutivo de Espacio Público, Diego Pardow; el economista de la Fundación Sol, Marco Kremerman; el dirigente social de Villa Portales, Mario de la Maza; y el empresario Roberto Fantuzzi, son algunas de las fuentes consultadas en el registro, pero no son los únicos.
“Tengo que trabajar, no es que sea porfiado”, dice uno de los transeúntes que testifican ante la cámara desde un paradero, en alusión a los “porfiados de Santiago Centro” que transgredían la cuarentena capitalina según el exministro Manalich.
Relatos de ciudadanos de Estación Central, Santiago Centro, Independencia, San Joaquín y Villa Portales, entre otras comunas, van tejiendo el relato de Distancia social, donde la pregunta “¿Recibiste la caja de alimentos del gobierno?” se repite constantemente. La respuesta, suele ser una: “no”.
Del metraje, una secuencia que justifica el sacrificio “a lo gonzo” de su director: el recorrido en auto desde Estación Central hasta la comunas del barrio alto de Santiago -en pandemia y en pleno invierno- al son de sugerentes secuencias de música electrónica. Un ejercicio empírico del contraste brutal de la desigualdad económica.
“La llegada del covid-19 sólo vino a agudizar y visibilizar los problemas que nuestro país ya tenía, una realidad de profundamente desigual que los medios de comunicación ignoraron por décadas”, resume Lasalvia.
El documental será estrenado este jueves 3 de diciembre en la plataforma de streaming Cine Arte Alameda TV.
