Pequeños grandes detalles es la nueva novela del periodista y director de TV Sergio Riesenberg, recordado por sus transmisiones del Festival de Viña del Mar (1981 a 1990), entre otros, además de sus ácidos análisis de una televisión chilena de la que no está para nada conforme.

Se trata de su quinto título narrativo tras En aquel tiempo, el verde (1974) y Todos nosotros (1981) y Francisca, Pablo y… (2003), donde entremezcla la realidad y la ficción en una seguidilla de situaciones que bien pudieron ser protagonizadas por él mismo.

“Hay cosas que no sucedieron (en la vida real), evidentemente, pero tuvieron un trasfondo de verdad. Otras, son situaciones imaginarias, pero basadas en personajes que se me ocurren”, cuenta a BioBioChile sobre el libro, ya disponible en tiendas online y físicas.

“Yo escribo una novela cada 10 años, espero hacerlo ahora con más frecuencia. Le di una estructura totalmente distinta”, adelanta sobre el título, que además fue ilustrado por el fotógrafo Samuel Mena Orell.

Con el trabajo publicado durante esta cuarentena, el ganador del Emmy estadounidense por sus transmisiones viñamarina se dio tiempo para conocer y vagar por Netflix, analizar la “TV post covid-19” y los problemas que implicaría una nueva campaña “Chile Ayuda a Chile”.

(P): ¿Qué lección puede sacar en limpio de esta pandemia?
(R): En mis largos años, nunca había visto una situación tan grave como la que vivimos, tan desoladora, con tanta decepción de la gente. Creo que hay muy poco que rescatar del Chile que estamos viviendo.

Cedida
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(P): ¿Y la televisión, cómo cree que ha respondido a esta crisis sanitaria?
(R): Me han sucedido varias cosas: yo no estoy haciendo TV, entonces he estado alejado. No había visto Netflix, y encontré que era bueno, pero no del otro mundo. En Chile, en otra época, tuvimos una TV a nivel parecido, evidentemente enmarcado en otras características y tecnologías.

Dicho lo anterior, me alarma la falta de creatividad de nuestros realizadores actuales. En esta época, en que hay que responderle a la gente, muy pocos programas están reflejando lo que sucede, o están siendo el punto de encuentro para discutir de lo que pasa, y las soluciones que pudieran existir (del sistema político).

(P): ¿Qué es lo que más le preocupa de la TV actual?
(R): Por ejemplo, un canal público que no se da el trabajo de informar lo que son los partidos políticos en Chile, porque nadie sabe qué es el PPD, la UDI, RN, el Partido Socialista, y tenemos que votar por ellos. Entonces, me parece gravísimo que ad portas de un proceso constituyente, nadie proponga una sola idea. No sabemos dónde van los partidos políticos.

(P): ¿Cree que trascenderá algo de esta “TV de pandemia” cuando (ojalá) volvamos a algo parecido a la normalidad?
(R): Creo que nada de lo que ha salido quedará dentro de los hitos de la TV chilena. Por ejemplo, aparece un alcalde en TV y lo llevan varios días, y a todos los canales, entonces esto ya no es un problema de creatividad, sino de inteligencia.

(P): ¿Le preocupa el futuro “institucional” de la televisión chilena? Aún no hay leyes sobre TV digital y nuevos parámetros.
(R): La TV nuestra hoy no tiene ley, está indefinida. El único canal realmente legal es TVN, que está para pagar favores políticos…

(P): ¿Vendería el edificio de TVN para mejorar la situación económica del canal público, si de usted dependiera?
(R): Eso es lo que pretende el caballero de La Moneda: está en su ADN vender las propiedades que le pertenecen al Estado. Pero la verdad es que no se ha hecho ningún esfuerzo por TVN. Hay que integrar primero a gente del medio, y eso ni siquiera se ha hecho.

(R): ¿Le gustan estos programas que los rostros de TV, a raíz del covid-19, están realizando por redes sociales? Angélica Castro, Rafael Araneda, Cristian de la Fuente, Francisco Saavedra, Martín Cárcamo han estrenado espacios.
(R): A todos esos, no me interesa verlos.

(P): ¿Pero está de acuerdo con la TV por redes sociales?
(R): Hay que utilizar todas las plataformas, pero hay que hacerlo creativamente. No basta sólo con sentar a alguien y hacerle una entrevista: primero tienes que pensar hacia dónde quieres ir, qué quieres hacer. Si quieres mantenerte vigente entonces invita a gente famosa y hablen tonteras. La gente que va a estas transmisiones personales, son los mismos que aparecen en TV diciendo todos los días lo mismo.

(P): ¿Cree viable realizar el Festival de Viña del Mar en 2021, con los efectos de la pandemia a cuesta?
(R) No se puede hacer el festival, ya el año pasado había que postergarlo. El del año pasado no fue festival, fue un recocido de gente que quiso venir, de muy baja categoría, con excepciones, y yo no sé si este año tenemos ánimo de festival. No sabemos lo que va a pasar con la pandemia, no hay vacuna, entonces es como hablar de la vuelta al fútbol. No creo que se pueda volver a jugar fútbol ni que convenga tener a tanta gente si la situación sanitaria no esta superada.

Se podrá volver a jugar al fútbol, pero sin público, entonces se pierde la esencia. Entonces, ¿vamos a realizar un festival de viña sin público? No sé.

(P): Ronda la idea de realizar un “Chile Ayuda a Chile”, pero hay cierta resistencia de parte del público por el carácter privado de este tipo de campañas. ¿Cuál es su opinión al respecto?
(R): Uno podrá discrepar en muchas cosas con Mario Kreutzberger, pero el aporte que para el país ha significado la Teletón, hay que reconocerlo y agradecerlo, y si Mario encuentra un camino para ayudar a los más necesitados, que el gobierno ha dejado de lado, fantástico, pero hay que ver cómo se canaliza esa ayuda, porque si se canaliza por el gobierno, entonces es un esfuerzo perdido.

Esta ayuda claro que debería venir del Estado, pero hay tal nivel de desconfianza en él… No sé si existe el derecho, con el país tan mal económicamente, de pedirle a la gente que sea solidaria.