El locutor y humorista argentino Marcos Mundstock, ícono y narrador del grupo humorístico argentino Les Luthiers, murió este miércoles a los 77 años.

“Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, nuestro compañero y amigo, finalmente partió”, indicó la agrupación mediante un comunicado.

De acuerdo al diario El País, el diagnóstico médico del músico (aún desconocido para la opinión pública) lo alejó en marzo de 2019 de los escenarios.

Una de sus últimas apariciones con Les Luthiers ocurrió en abril de 2019, a través de un vídeo para participar en el Congreso Internacional de la Lengua, en Argentina.

Con esto, Mundstock se suma a los exintegranes Gerardo Masana y Daniel Rabinovich, fallecidos en 1976 y 2015, respectivamente.

El portal argentino Infobae definió así su labor en Les Luthiers: “Su voz de bajo fue marca registrada del grupo con el cual dejó una huella imborrable”.

En la misma publicación, recordaron uno de los primeros instantes de comedia que protagonizó en vida: “Su primer chiste lo hizo de niño. Vio un camión y le dijo a su hermana: ‘Ahí llevan a los cueros para fabricar vacas’. Esa picardía lo acompañaría toda su vida”.

En el cine, el narrador tuvo una destacada participación: fue la voz en off de las películas Quebracho y Metegol, y participó en los dramas Cama adentro y Roma. y las comedias No sos vos, soy yo y Mi primera boda.

La noticia ha tomado por sorpresa no sólo al circuito artístico argentino, sino también hispanoamericano.

“De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia. Pero no hoy. Pensar hoy en partidas o ausencias nos resulta demasiado triste. Hoy preferimos evocar todo lo que Marcos nos brindó y conservaremos con nosotros para siempre”, señaló Les Luthiers.

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MARCOS MUNDSTOCK Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, Marcos, nuestro compañero y amigo, finalmente partió. De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia. Pero no hoy. Pensar hoy en partidas o ausencias nos resulta demasiado triste. Hoy preferimos evocar todo lo que Marcos nos brindó y conservaremos con nosotros para siempre. Nos quedará el recuerdo de su voz, única e inconfundible. Y de su presencia sobre el escenario, con su carpeta roja y frente al micrófono, que cautivaba al público antes de decir una sola palabra. Nos quedará su profesionalismo. Su autoexigencia, su ética de trabajo y su respeto extremo por el público, valores que todos compartimos y que él defendió desde el momento de la creación misma de Les Luthiers. Nos quedará el recuerdo de su compañerismo, tanto en lo profesional y en lo personal. La inteligencia de sus comentarios y su respeto por las opiniones ajenas, aún en la disidencia. Nos quedarán grabados los aprendizajes compartidos que hicimos a lo largo de tantos años. Los lugares del mundo que descubrimos juntos. La sorpresa que compartíamos cada vez que Les Luthiers daba un nuevo salto y llegaba más y más lejos. Nos quedará el recuerdo de sus chistes cotidianos, rápidos y asombrosamente ingeniosos, listos para brindarnos una chispa de alegría en todo momento, en las buenas y en las malas. Nos quedarán tantas cosas de Marcos, que aún en medio de la tristeza y el dolor que estamos viviendo, no podemos dejar de agradecer a la vida, y de sentirnos privilegiados de haber recorrido con él todo este tramo del camino. LES LUTHIERS

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