Notoriamente emocionado al ver cómo sus hijos se manifestaban en Plaza Ñuñoa, Jorge Alís reflexionó sobre el momento social que atraviesa el país y de paso se mostró optimista por el porvenir de Chile.

“Estoy… Es muy triste y nos abre las puertas para poder conversar y poder hacer cambios grandes. Quiero que mis hijos vivan esto, aprendan y se comprometan no sólo por el egoísmo que tenemos los seres humanos, sino que se comprometan a pasarla bien y ser parte de este cambio que se está generando”, comentó el argentino, con la voz entrecortada.

El comediante no pudo esconder sus lágrimas al hablar de sus hijos, a quienes acompañó al epicentro ñuñoíno donde a esta hora se realiza una multitudinaria manifestación.

Va a ser muy groso, muy positivo”, comentó Alís, quien ve una oportunidad en este proceso. “Porque la gente sabe que ahora puede decir lo que quiere, se le escucha y no se le manda a la chucha, se le respeta más y eso es lo que tenemos que pedir, que nos respeten en todos lados”, agregó.

Consultado sobre cómo su rutina en el último Festival de Viña del Mar vaticinó el malestar social que vendría en octubre (donde habló de los chilenos en el Metro y las vicisitudes del día a día), el intérprete reconoció que fue su inquietud artística el principal gatillante de la rutina.

“Tiene que ver con poder leer las cosas que están pasando… Este colegio es de mis hijos, y siempre se habla de que uno tiene que preveer algo, con los pibes, cómo educas a tus hijos”, reflexionó Alís.

“De repente no sabes lo que puede pasar. Artísticamente dije eso: esta cosa es lo que pasa con el chileno, nunca dije ‘hay que hacer eso’. Pero la gente se cansó. Y acá esta. Está bueno”, dijo.