Los nervios de una entrevista de trabajo o el estrés constante de tu rutina laboral, son momentos en que sueles comerte las uñas. Mal hábito que de a poco se comienza a propagar entre un gran número de la población.

Pero eso no es solo parte de un comportamiento aislado, sino que esta práctica se conoce como una patología médica denominada como onicofagia. Sin embargo, tal anomalía aplica solamente para aquellos casos extremos en los que existe un descontrol de los impulsos.

Pese a que cerca del 45% de las personas muerden sus uñas de forma periodica, existe realmente poca investigación al respecto. Sin embargo, han surgido algunas teorías en torno a este mal hábito, donde el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud lo atribuía a una fijación oral provocada por la detención del desarrollo psico-sexual en la fase oral.

Otras manifestaciones de quienes no hayan superado esta etapa incluyen una inclinación a comer en exceso, abusar del alcohol y el tabaco.

Del mismo modo, los psicólogos franceses M. Laxenaire, F. Millet y C. Westphal, establecieron en 1984 que la práctica de comerse las uñas era más que nada una conducta de auto-mutilación resultante de un cuadro nervioso.

Por otro lado, en 1978 el psiquiatra Wallace C. Ellerbroek interpretó aquel mal hábito como una señal de rechazo hacia uno mismo. Pese a ello, la mayoría de los profesionales en el área concuerdan que este es un síntoma neurótico de ansiedad o una conducta propia de un cuadro nervioso que tiene tratamiento.

Más adelante, en el año 2007 un grupo de investigadores de la Universidad de Reading en Reino Unido aclarar la función que existe tras este hábito, y llegaron a la conclusión que reflejaba un estado emocional en particular, ya que el comportamiento ocurría en adultos jóvenes cuando se encontraban aburridos o buscando una solución a problemas complejos.

Como un método para acabar con este mal hábito, los expertos sugieren optar por algunos remedios caseros como colocar ajo en los dedos o utilizar barniz de uñas con un mal sabor y así detener dicho comportamiento. Asimismo, en caso que la situación persista se recomienda consultar a un especialista en temas psicológicos para romper con este mal hábito que puede traer más de alguna consecuencia a tu vida.