Los teléfonos inteligentes (smartphone) cuentan con sus propias herramientas de localización, que les permite ser ubicados en caso de robo o pérdida. Un hecho que aplicó un joven canadiense, pero con un trágico final.

Según detalla The Verge, Jeremy Cook, de 18 años, tomó un taxi donde –cree la policía– accidentalmente se le quedó su teléfono, en la parte trasera.

Tras ello, acudió hasta su computador y utilizó el software de rastreo (Find My iPhone en iOS y Device Manager en Android), donde notó que el terminal se encontraba en un estacionamiento en las afueras de la ciudad de London (Ontario).

Aun cuando tuvo la idea de ir acompañado ya que eran las pasada las 5 de la madrugada, lo cierto es que al llegar al lugar observó que su equipo se encontraba en un vehículo con tres sujetos, quienes le negaron devolvérselo. Por ello, se produjo una discusión que terminó de la peor forma.

Quienes mantenían el celular, comenzaron una huida en el vehículo, a lo que el joven decidió colgarse por la ventana en un último intento por recuperarlo, sin embargo los tipos estaban armados, dando varios disparos contra el dueño del teléfono. A pesar de llegar la policía minutos después, el joven ya estaba muerto en el lugar.

“Nadie habría predicho o incluso pensado que una persona moriría producto de haber olvidado su celular. Es un caso extremo”, dijo el oficial de la policía, Ken Steeves, al medio local CBC.

El caso generó un llamado a que, aun cuando existen herramientas para dar con los teléfonos, éstos sean facilitados a las autoridades y que sean ellos quienes ayuden en la búsqueda, para así evitar riesgos innecesarios.