La celebración del Día del Padre tiene su origen a principios del siglo pasado, cuando Sonora Smart, hija del viudo veterano de guerra estadounidense, Henry Jackson Smart, propuso celebrar a todos los papás, al igual que ocurría con las madres. Ella consideraba que Jackson era un gran ejemplo al criar solo a sus seis hijos tras enviudar y, por tanto, propuso el día del nacimiento de su progenitor, el 19 de junio, como fecha de conmemoración para la figura paterna.
Un siglo después, con otras características socioculturales, un acelerado ritmo laboral y diversas demandas materiales, el rol del padre enfrenta nuevos desafíos, explica el psicólogo Ronald Güímenez, académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB)
Implicarse: Presencia activa y de calidad
“Podemos ir a todas y estar ausentes. El desafío es, entonces, hacernos más presentes en la vida de nuestros hijos activamente y con calidad”, dice el académico.
A su juicio eso significa implicarse. “Eso es poner el corazón, tiempo, atención y pasión, es hacer propio el interés de ellos y ellas, en la música, deporte, colegio/ universidad, en el análisis social, es darse al otro. Es más que compartir una afición o hobby, que es muy bueno, es acompañarles en sus espacios”, explica.
Aquí es crucial, agrega, vivir la crianza cotidiana: “cambiar pañales, asistir a reuniones, jugar futbol, bailar, aprender cantos, ver programas infantiles, llevarlos al pediatra, bañarles, acompañarles e irles a buscar a sus cumpleaños o fiestas, aprender a peinar, a combinar colores, conversar de lo que no sabemos, respetar sus espacios, recogerlos cuando les rompan el corazón, defenderles, a saber ponerse en segundo plano. Disfrutar junto a ellos nos permitirá luego compartir recuerdos y anécdotas”.
2. Respetar a los hijos como sujetos de derecho
Güímenez explica que el actual contexto sociocultural hoy ofrece a los padres la oportunidad de criar en la lógica del respeto hacia sus hijos e hijas.
“Ellos son sujetos de derecho, no beneficiarios ni menos aún una propiedad, son dueños de sí mismos. Por tanto hoy tenemos la posibilidad de pasar del imponer normas a procurar consensos y diálogos”, subraya.
3. Aportar diálogo, opinión y mirada histórica
Es un hecho que la actual generación de niños y jóvenes son hiperconectados, que hoy obtienen la información que requieren en un par de clics, que generan sus propios contenidos y crean redes.
“Nuestro aporte está, entonces, en ser la posibilidad del diálogo, de la mirada histórica, de la opinión que tiene pasado en su vivencia. Hay que abrirse a dialogar desde y en las tecnologías, a saber usarlas y problematizarlas, sin demonizaciones”, dice el psicólogo.
Acercarse a la tecnología, añade, de algún modo da a los padres “una excusa para conectar en lo que están los hijos e hijas, así como también para estar más cercanos a ellos y ellas”.
4. Nutrir con pasión por la vida
Ser papá hoy, dice Güímenez, está lejos de solo entregar sustento económico. “Ser papá es nutrirlos con pasión por la vida ¿cómo? con amor y respeto por su madre, con misericordia por los que sufren, con decisión cuando hay que enfrentar las dificultades, con alegría de la vida, con entrega para enfrentar el dolor y el sufrimiento, con deseos de superación, con pasión por lo que se hace, con ternura para acariciar a los otros, con emoción cuando te tocan el corazón, con fidelidad de que estarás para ellos, con saber vivir el fracaso y el error como parte del camino, es amarles y en eso la creatividad da para mucho”, enfatiza.