Para nadie es un misterio que WhatsApp es el líder indiscutido en lo que respecta a servicio de mensajería instantánea, al menos en occidente (en Asia gana LINE). Y esto mismo ha llevado a nuevas prácticas de comunicación entre las personas, que aprovechan estas herramientas mencionadas.

Entre estas se encuentran los cada vez más usados grupos de WhatsApp, que son verdaderos foros de comunicación entre personas específicas. Uno de ellos, es el de los padres o apoderados, que nace en ambientes escolares, dando paso a un contacto más directo entre los encargados de los compañeros de tu hijo.

Este formato tiene sus aspectos positivos, según reconoce al diario español ABC, Jesús Jarque, pedagogo y orientador de un colegio público. “Se trata de un foro de consulta e incluso de un espacio donde tomar decisiones conjuntas”, afirma Jarque.

El especialista comenta que, para los docentes, también tiene elementos valiosos, ya que “es una manera eficaz de que la información llegue a todos los padres y ninguna familia quede descolgada”.

Sin embargo, también esta práctica puede acarrear situaciones negativas e incluso, desagradables. Surgen cuando “además de compartir información, los grupos de WhatsApp comienzan a ser un foro de opinión, protesta o rumorologia, crítica, enfado y hasta de insultos, en lo que se refiere a los profesores o al colegio y la opinión de una o dos familias pasa a ser considerada la opinión de toda la clase o de todo el colegio”.

De esta forma, cuando llegan los chismes y los rumores, todo se desvirtúa y puede ser un verdadero dolor de cabeza para los docentes y para el centro educacional. Así, los conflictos que pudieran existir, “se agrandan” en estos grupos, puesto que “al ser desconocido por el colegio y los implicados, no se puede abordar, desmentir o contra argumentar”.

Para revertir esta medida, el especialista entregó cuatro claves al diario ABC, con el fin de acabar con estos malentendidos.

1 - “El grupo de WhatsApp es un medio para intercambiar información, facilitarla y solicitarla, relativa a la vida escolar de los hijos”.

2 - “Hay que cortar los usos inadecuados, como los rumores, las críticas destructivas, las murmuraciones. Esto se logra, animando a hablar con los implicados, no entrando en esas cuestiones o no participando en los debates”.

3 - “Si el grupo sigue con un mal uso de comentarios, críticas, es mejor abandonarlo”.

4 - “Ante cualquier problema, descontento, mal entendido, es mejor hablar directamente con los implicados: profesores, director del centro. Así contrastará la información, y tendrá las dos versiones del problema. Es la forma de solucionarlo”, concluye.