El gobierno mexicano declaró este domingo en alerta la turística península de Baja California (noroeste) ante la cercanía del poderoso huracán Odile, que podría tocar tierra en las próximas horas, por lo que las autoridades han comenzado la evacuación de habitantes de zonas riesgosas.

Odile es un huracán “de alta peligrosidad y sus vientos son de alta peligrosidad”, enfatizó en conferencia David Korenfeld, director de la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA).

“La alerta climática es para toda la península de Baja California para las próximas 24 horas por lo menos”, añadió.

En Los Cabos, intensas lluvias y oleajes de hasta cuatro metros de altura han comenzado a registrarse por Odile, que tomó fuerza repentinamente la madrugada del domingo.

“Nos tomó por sorpresa. El mar está muy agitado, yo creo que esto se va a poner muy feo”, comentó a la AFP Steve Clement, un surfista de Hawái, entrevistado en el corredor turístico del municipio de Los Cabos, donde se estima que Odile podría tocar tierra la madrugada del lunes.

Cancelan operaciones aéreas

Las operaciones en el aeropuerto internacional de la localidad fueron suspendidas desde la tarde del domingo, y en las próximas horas será suspendido el servicio de luz eléctrica y el suministro de agua potable en comunidades rurales, indicó durante el Consejo Delegacional de Protección Civil efectuado en Los Cabos Martín Lagarda, delegado de esa demarcación.

Odile alcanzó la mañana de este domingo la categoría 4 de un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson, y durante la tarde volvió a bajar a categoría 3, informó en su último reporte el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.

Además, es posible que registre “algún fortalecimiento leve durante la noche” de este domingo para convertirse nuevamente en categoría 4, antes de acercarse al sur de la península de Baja California, añadió el NHC.

A las 21H00 GMT, el huracán se encontraba 225 km al suroeste de Cabo San Lucas y a 535 km de Manzanillo, Colima (oeste), y se desplazaba hacia el nor-noroeste a 24 km/h con vientos sostenidos de 205 km/h, precisó el instituto estadounidense.

Juan Manuel Caballero, coordinador del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no descartó en conferencia de prensa que Odile “se pueda meter al Golfo de California”, por lo que se han activado también protocolos de seguridad en los estados de Sinaloa, Nayarit (noroeste) y Colima.

Odile se formó como tormenta tropical el miércoles pasado, frente a costas del oeste de México, y desde entonces ha mostrado una “trayectoria errática”, con desplazamientos que han oscilado entre los 4 km/h y los 24 km/h.

Daniel Manzini, subgerente del hotel Hyatt Place de San José del Cabo, aseguró que, pese a la súbita fuerza de Odile, “los turistas no han entrado en pánico. El hotel es seguro y puede convertirse en un albergue”.

Manzini dijo que solo ha registrado ocho cancelaciones y que su hotel está casi al 100% de su capacidad.

La mayoría de los hoteles de Los Cabos son de alta gama.

30.000 personas habitan zonas riesgosas

Para el resto de los habitantes del municipio y de otros aledaños, las autoridades mexicanas han habilitado 164 refugios con capacidad para 30.000 personas, que son aproximadamente las que viven en zonas de alto riesgo, como áreas costeras o con riesgos de deslaves, indicó Luis Felipe Puente, director de Protección Civil Nacional. Las evacuaciones de esas zonas comenzaron este mismo domingo.

Además, casi un millar de elementos de la Marina Armada de México han sido desplazados a varios puntos de Baja California Sur para atender a la población y eventuales damnificados.

Las autoridades han mandado también maquinaria pesada para limpiar los caminos que pudieran sufrir deslaves.

El NHC indicó que Odile comenzará a perder fuerza gradualmente a partir del lunes.