Finalmente los rumores se concretaron. Sandro Rosell, presidente del Barcelona, oficializó su decisión de renunciar al cargo y abandonar la testera de la institución catalana, envuelto en la polémica por la cuestionada transferencia del jugador brasileño Neymar.

En una rueda de prensa ante los medios de comunicación, Rosell fundamentó su decisión aludiendo a presuntas amenazas y ataques hacia él y su familia, lo que “me han hecho pensar si debía seguir poniendo en peligro a mi familia”, además de “una injusta y temeraria acusación de apropiación indebida que ha desembocado en una querella contra mí en la Audiencia Nacional”, refiriéndose a la negociación por Neymar.

Sobre los dudas que ha generado la contratación del brasileño, el que presenta supuestas diferencias en los montos que son investigadas por la justicia, el saliente directivo aseguró que “el fichaje de Neymar es correcto”, a lo que agregó que éste “ha provocado la desesperación y la envidia de algunos de nuestros adversarios”. De todas formas, aclaró que prefirió salir porque “no quiero ataques que afecten al club, por lo que he presentado mi dimisión a la presidencia del FC Barcelona de manera e irrevocable”.

En la ocasión, Rosell aprovechó de anunciar que José María Bartomeu, hasta la fecha vicepresidente del club, lo reemplazará en el cargo “de manera inmediata y hasta el final del mandato en 2016″.

De esta forma se termina abruptamente el periodo de Rosell al mando del club culé, lapso en el cual obtuvo una Liga de Campeones, un Mundial de Clubes, dos Ligas, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y tres Supercopas españolas.