En el marco de los cuarenta años desde el golpe militar que afectó a nuestro país, el presidente Sebastián Piñera afirmó que los perdones por lo ocurrido tras el 11 de septiembre de 1973 son un tema personal, y que el quiebre de la democracia no fue un hecho aislado, sino un proceso en el que todos contribuyeron, según una entrevista publicada por La Tercera este sábado.

“El perdón es un tema personal. Si alguien tiene pecados, culpas, ya sea de acción u omisión, está arrepentido y siente que tiene que pedir perdón, que lo haga. Pero no creo lógico que empecemos unos a otros a exigirnos actos de perdón”, dijo Piñera al ser consultado por las responsabilidades y actos de indulgencia de parte de la derecha, en el marco de los “mea culpa” hechos por el senador Hernán Larraín y la candidata de la Alianza, Evelyn Matthei, durante las últimas semanas.

“Es muy importante en este aniversario que entendamos que el quiebre de la democracia no fue una muerte súbita, sino el desenlace predecible, aunque no inevitable, de una lenta y sistemática agonía de nuestra democracia (…) Poco a poco todos fueron contribuyendo a debilitar la democracia y el estado de derecho”, agregó.

Asimismo el mandatario aseguró que durante el gobierno de la Unidad Popular se acumuló un sentimiento que no representaba a todos los chilenos, que comenzó en la década de los 60′ y que explotó en los 70′, culminando con el golpe de Estado. Sin embargo indicó que lo anterior no se convierte en un justificativo para lo que ocurrió después del 11 de septiembre, menos para “los graves, reiterados e inaceptables atropellos a los derechos humanos”.

Si bien el presidente recordó lo negativo de la época de la dictadura, como la pérdida de libertad y la supresión de los derechos, también destacó los avances que se lograron, como la “modernización de nuestra sociedad, de nuestra economía e instituciones, la apertura al exterior, la incorporación de la economía social de mercado y las oportunidades para la iniciativa individual”.

Finalmente el mandatario reiteró la culpabilidad compartida en torno a esta obscura época por la que pasó nuestro país, apuntando desde las máximas autoridades del “gobierno militar” hasta los que callaron y ocultaron información “que pudo haber salvado miles de vidas”, refiriéndose al Poder Judicial y a la Prensa.

“El Poder Judicial no cumplió su rol de proteger el estado de derecho y proteger la vida. Sistemáticamente negaba los recursos de amparo que pudieron haber salvado muchas vidas (…) También la prensa que muchas veces no informó con la debida veracidad de los hechos que estaban ocurriendo, y en cierta forma también contribuyó a que estos hechos no fueran conocidos como debieron haber sido conocidos“, sentenció.