El gobierno de Cristina Fernández pidió a la aerolínea Latam que “contribuya” para que la estatal Aerolíneas Argentinas sea autorizada a operar vuelos de cabotaje en Brasil y Chile, en medio de un conflicto con el grupo chileno-brasileño.

“Solicitadamos a Latam que contribuya a que exista reciprocidad en Brasil y Chile para que esos dos países autoricen a Aerolíneas Argentinas a realizar vuelos de cabotaje y le proporcionen hangares en sus aeropuertos que actualmente nuestra compañía de bandera no posee”, dijo Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte, en rueda de prensa.

El Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) de Argentina había intimado a la filial local de Lan Chile, que junto a la brasileña Tam forma el grupo Latam, a desalojar un hangar en el aeropuerto de Buenos Aires (vuelos de cabotaje y a países limítrofes), alegando razones técnicas y de mejor ordenamiento. Sin embargo, la justicia suspendió este miércoles en forma provisoria la medida.

El viceministro de Economía, Axel Kicillof, dijo en la misma rueda de prensa que le manifestó al CEO de Lan, Ignacio Cueto, la “sorpresa” de las autoridades argentinas ante la advertencia de directivos de la aerocomercial en el sentido de que “el desalojo de un pequeño hangar significaba poner en riesgo sus actividades”.

La empresa chilena publicó el lunes un aviso pago en la prensa que titula “Queremos seguir volando en Argentina” y sostuvo que la intimación de ORSNA para que abandone el hangar “es el hecho más grave de una serie de embates” contra la compañía, aunque no los detalla.

Según el aviso, Lan Argentina realiza más de 400 despegues y aterrizajes semanales desde el aeropuerto porteño con vuelos a 14 ciudades en los que transporta 2,3 millones de pasajeros anuales, lo que representa 30% del total en Argentina.