Las autoridades de Bangladesh anunciaron el domingo el arresto del propietario del edificio de ocho pisos que se derrumbó cerca de Dacca el miércoles, matando o hiriendo a centenares de obreros del sector textil que trabajaban a cuenta de conocidas marcas de ropa occidentales, y anunció que busca a un sospechoso de nacionalidad española.
Se trata del español David Mayor, director general de Phantom-Tac, una empresa formada por la asociación en partes iguales de Phantom Apparels (Bangladesh) y Textile Audit Company (España), cuyos talleres ocupaban más de 2.000 m2 en el edificio que se desplomó, según el sitio internet de la empresa.
Por otra parte, las autoridades anunciaron el domingo la detención de Sohel Rana, propietario del inmueble y sospechoso de haber violado las normas de construcción vigentes.
“Fue detenido y será juzgado”, dijo el viceministro del Interior Shamsul Haque Tuku en rueda de prensa.
Los socorristas de Bangladesh tenían muy pocas esperanzas este domingo de encontrar supervivientes bajo los escombros.
Rana Plaza, un edificio de ocho pisos construido ilegalmente en Savar, un suburbio de Dacca, se desmoronó dejando por lo menos 367 muertos y más de 1.200 heridos, según el último balance oficial, aún provisorio.
Desde el miércoles, más de 2.400 personas fueron rescatadas con vida, incluyendo cuatro durante la noche del sábado, pero el domingo de madrugada ya no se escuchaban más pedidos de socorro.
Alrededor del lugar, los familiares y amigos de los desaparecidos continuaban esperando noticias.
El hedor era cada vez más insoportable. Decenas de cadáveres, visibles desde el exterior, se pudrían en una tumba de hormigón y acero.
“Aparentemente ya no hay más señales de vida bajo los escombros”, declaró a la AFP el responsable de los bomberos de Bangladesh, Ahmed Ali, precisando que el domingo llevaron maquinaria para sacar los escombros verticalmente, incluyendo grúas.
“Pero nosotros continuamos esperando que los socorristas que están adentro del edificio nos aseguren que ya no queda nadie más vivo”, dijo.
A partir del miércoles, los equipos de socorro sólo utilizaron equipos livianos, por temor a provocar nuevos derrumbes.
“No hay suficiente coordinación” entre los socorristas, según Mehedi Ahmed Ansari, profesor de ingeniería civil en la Universidad de Tecnología de Bangladesh. “Nosotros no tenemos ninguna experiencia en este tipo de operación de salvamento y hubiéramos podido pedir ayuda a nuestros vecinos, como Tailandia”, declaró a la AFP.
En este edificio había cinco talleres de confección que trabajaban para marcas occidentales y en los cuales había más de 3.000 empleados, según la asociación de las empresas del sector textil de Bangladesh.
Aunque muchas de las 4.500 fábricas de la industria textil de Bangladesh ya estaban paradas debido a las manifestaciones de obreros encolerizados, los empresarios de este sector decretaron feriados en las jornadas del sábado y del domingo, y los sindicatos lanzaron una convocatoria a la huelga para el domingo, con la finalidad de exigir mejores condiciones de trabajo.
La policía ordenó también el arresto de dos propietarios de talleres de confección instalados en ese inmueble, así como de dos ingenieros.