Cinco días después del accidente de tránsito en que murió el opositor cubano Oswaldo Payá, las autoridades de la isla divulgaron este viernes un extenso informe que sostiene que el auto en que viajaba se estrelló por exceso de velocidad y no por la intervención de otro vehículo, como lo afirmó la familia.

El automóvil rentado, conducido por el activista político español Angel Carromero, de 27 años, circulaba a excesiva velocidad y frenó “de manera abrupta” al entrar a un tramo sin pavimento cerca de Bayamo (sureste), dijo el Ministerio del Interior de Cuba, que citó testimonios del español y de tres testigos.

La “falta de atención al control del vehículo (por parte de Carromero), el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, (fueron) las causas que determinaron este trágico accidente”, dijo el ministerio en un comunicado, con fotografías del auto azul, marca Hyundai Accent, y diagramas del siniestro.

Carromero, miembro de la rama juvenil del derechista Partido Popular que gobierna España, está detenido desde el lunes y a la luz del comunicado oficial sería procesado por infringir las normas de tránsito y causar un siniestro que dejó dos muertos: Payá, de 60 años y Premio Sajarov del Parlamento Europeo 2002, y el opositor cubano Harold Cepero Escalante, de 31 años.

El artículo 177 del Código Penal cubano contempla de uno a 10 años de prisión para “el conductor de un vehículo que, infringiendo las leyes o reglamentos del tránsito, cause la muerte a una persona”.

Estados Unidos pidió el miércoles una investigación “a fondo y transparente” del deceso de Payá, luego de que dos de sus hijos afirmaran que otro vehículo sacó al auto de la ruta. Sin embargo, el informe de las autoridades cubanas no mencionó la intervención de ese otro supuesto vehículo.

El ministerio dijo que el automóvil circulaba a una “velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora”, pese a que en ese tramo de la ruta la velocidad máxima permitida era de “60 kilómetros por hora”.

El “frenazo brusco” hizo salirse al automóvil de la ruta y estrellarse contra un árbol. El vehículo giró sobre su eje y recibió el impacto en la puerta izquierda trasera, precisamente donde iba Paya, según el comunicado.

“El dictamen médico forense indica que Oswaldo Payá falleció instantáneamente a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico como resultado del fuerte impacto recibido”, dijo el ministerio. Cepero murió poco después en el hospital.

La familia de Payá dijo que conoció el informe oficial del accidente por la televisión, pero éste no modifica sus dudas sobre las circunstancias del hecho.

“Escuchamos la nota por televisión, la esperábamos, esto no cambia mucho nuestro parecer”, dijo a la AFP la cuñada de Payá, Oria Acevedo.

Por su parte, el hijo menor del disidente, Reynaldo Payá, de 20 años, dijo que las autoridades no habían tomado contacto con ellos: “El único contacto oficial que hemos tenido fue en medicina legal aquí en La Habana, en el momento en que le entregaron el cadáver a mi madre (el lunes)”.

El ministerio dijo que Carromero, quien está recluido en Bayamo, declaró a los investigadores “que no recordaba haber visto la señalización que alerta sobre el (mal) estado en que se halla la vía”, que en ese tramo no tenía pavimento, sino “abundante gravilla”, lo que lo hacía “muy resbaladizo”.

Carromero “añadió que irrumpió al terraplén a una velocidad que no puede precisar” y explicó que “al percatarse de que transitaba sobre grava, intentó disminuir la velocidad mediante un frenazo brusco y el auto comenzó a resbalar de lado hasta impactarse contra el árbol”, indicó el ministerio.

En el auto también viajaba el jefe de la rama juvenil del Partido Demócrata Cristiano de Suecia, Jens Aron Modig, de 27 años, quien permanece en un centro de migración en La Habana.

“Las autoridades cubanas no han podido decir exactamente cuándo será autorizado a viajar de retorno a Suecia”, dijo a la AFP en Estocolmo la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Katarina Axelsson.

Ninguno de los dos activistas europeos, que estaban en Cuba con visa de turismo, ha entregado su versión de los hechos a la prensa.

Payá alcanzó notoriedad en 2002, cuando en vísperas de la visita a la isla del ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), entregó al Parlamento cubano 11.020 firmas en respaldo a una iniciativa para cambios políticos, llamada “Proyecto Varela”, que fue desestimada por el régimen comunista.