Una asamblea de la etnia indígena Nasa-Paez ordenó flagelar a cuatro supuestos guerrilleros este sábado en el municipio de Toribío, en el suroeste de Colombia, donde los había capturado días antes, constató un fotógrafo de la AFP.

“Por unanimidad entre los integrantes de la asamblea indígena se aplicó un remedio de 30 latigazos a tres adultos y 10 a un joven. El remedio no es un castigo sino una forma de expulsarle las malas energías a estos seres”, explicó a la AFP el gobernador del resguardo indígena de Toribío, Marcos Yule.

“Los remedios buscan que ellos armonicen con las comunidades indígenas del Cauca e intenten desde ahora alejarse de esos caminos de violencia y dolor en los que están sumidos”, agregó.

El adolescente de 16 años recibió solo cinco de los diez latigazos determinados, y los otros tres rebeldes recibieron 30 cada uno, después de que la asamblea los condenó por “romper con la armonía y energías” y poner en riesgo la vida de varios integrantes de las comunidades indígenas asentadas en la región.

“Al menor se le aplicó un remedio menor porque él nos explicó que llevaba poco en las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que ellos lo habían reclutado y obligado. Ahora se comprometió a buscar la forma de dejar ese grupo guerrillero”, dijo Yule.

Tras el castigo, los cuatro rebeldes fueron entregados a sus respectivas familias para que en breve decidan retirarse de las FARC, o en caso contrario, migrar hacia otra región donde no afecten a los indígenas.

Los rebeldes, tres de ellos indígenas y uno mestizo, fueron detenidos el pasado miércoles por integrantes de la comunidad indígena Nasa-Paez en zona rural de Toribío, donde desde hace semanas combaten tropas del Ejército de Colombia contra FARC.

La comunidad Nasa-Paez adelanta acciones para expulsar de su territorio a los actores armados del conflicto interno y ha pedido que la seguridad en la zona quede a cargo de la guardia indígena. En tanto, el gobierno ha descartado la posibilidad de retirar a los militares y policías de la región.

El pasado martes, un grupo de indígenas sacó de una base militar a los soldados que se encontraban allí, aunque ese puesto fue retomado al día siguiente por agentes de la policía antidisturbios.

El Cauca es una de las regiones de Colombia donde es más intenso el conflicto armado de casi medio siglo, y es señalada también como importante zona de sembradíos de coca y marihuana y estratégico corredor para la salida de las drogas hacia el océano Pacífico.