El Ministerio de Educación entregó este lunes una propuesta para el financiamiento de la educación superior, que deja al margen a las entidades bancarias.

El proyecto considera un crédito único con una tasa de interés al 2% anual, que llegue al 90% de los estudiantes y además propone bajar el requisito PSU para acceder a becas. Además las instituciones de educación superior deberán financiar la brecha entre los aranceles reales y los de referencia, a los más vulnerables.

Este anuncio se realiza a sólo 2 días de la marcha anunciada convocada por los estudiantes, y ad portas del envío al Congreso del proyecto de reforma tributaria que tiene su eje apuntado a cubrir los costos de los cambios en el sistema de financiamiento de la educación.

En este contexto, el titular de educación anunció el envío del proyecto que crea el sistema integrado de financiamiento de los estudiantes de educación superior, bajo el eslogan “más equidad y calidad”.

En síntesis, esta iniciativa que será enviada al Congreso, apunta a que el Estado a través de una agencia especializada se hará cargo del diseño, administración y provisión de los fondos de este nuevo sistema integrado de financiamiento de la educación superior. Es decir, los bancos saldrán del negocio de la educación, puesto que será un sistema público-privado el que garantizará el uso de los recursos.

Además, las becas serán para el 60% de los estudiantes meritorios más pobres del país, junto con créditos a una tasa de interés anual al 2%, situación que ya se conocía, para 9 de cada 10 estudiantes, quedando fuera del sistema el 10% más rico del país.

Este crédito único asegura pagos futuros de acuerdo a los ingresos, donde la cuota promedio no sobrepasará el 10% de ellos. Esta cuota se deberá comenzar a pagar una vez que se empiece la vida laboral. De esta forma ningún egresado pagará más de lo que puede.

En el caso de las becas, el proyecto propone una disminución en los puntajes PSU para acceder a ellas, dependiendo del nivel socioeconómico del estudiante. Sabemos que a los alumnos de menores ingresos les es más difícil lograr altos puntajes en la PSU, por lo que el requisito actual de 550 puntos bajaría a 500 para el quintil 1 y a 525 para el quintil 2.

Esta última medida sería aplicada a partir de este 2012 para los estudiantes de primer año, lo que podría beneficiar a más de 15 mil estudiantes.

Tanto las becas como los créditos entregados por el Estado cubren hasta el arancel de referencia de cada carrera. Sin embargo, hay muchas carreras e instituciones cuyos aranceles reales sobrepasan este monto. Por esto, se propone que las instituciones de educación superior financien esta brecha de aranceles a través de becas o créditos. En este último caso, deberá ser bajo las mismas condiciones que lo proporciona el Estado.

Este cofinanciamiento de parte de la institución sería gradual, de acuerdo a la condición socioeconómica del estudiante: Financiamiento total de la brecha para los quintiles 1 y 2, y una proporción menor de financiamiento para los estudiantes de ingresos medios.

También se establecerá una nueva forma de calcular los aranceles de referencia, incluyendo nuevas variables como el nivel socioeconómico del estudiante, y características de la carrera como duración, empleabilidad y deserción. De esta forma se establecerán aranceles de referencia más justos y acordes a la realidad de cada carrera e institución.

Estas modificaciones en el sistema de financiamiento apuntan a generar oportunidades mayores e igualitarias para todos los estudiantes de nuestro país y así aliviar el peso que implica estudiar en la educación superior.