La Iglesia católica hondureña exigió este viernes al gobierno una “completa investigación” del incendio del penal de Comayagua (centro) que el pasado 14 de febrero dejó 360 reos muertos.
“Pedimos a las autoridades correspondientes una completa investigación de los hechos (…). Pedimos a las fuerzas vivas de la sociedad hondureña para que, unidos, exijamos a nuestras autoridades mejorar las condiciones de reclusión y las medidas de seguridad humana en los centros penales”, dijo la Conferencia Episcopal en un comunicado.
El incendio en la granja penal de Comayagua, 90 km al norte de Tegucigalpa, con 852 reclusos dentro (el doble de su capacidad), dejó 360 víctimas mortales en las celdas como consecuencia de las quemaduras o asfixiados por el humo.
Se deben establecer mejores condiciones en las 24 prisiones del país “para salvaguardar la integridad y la dignidad de los privados de libertad y para que no se repita otra vez tan lamentable tragedia que hoy enluta a tantas familias hondureñas y nos entristece a todos”, demandaron los obispos.
Los religiosos señalaron que el problema en las prisiones “no se trata tan sólo del hacinamiento, la falta de higiene o de alimentación; se trata de todos los problemas de violencia, asesinatos, corrupción, tortura psicológica, drogadicción, inmoralidad, ilegalidad”.
“De estas lamentables condiciones, el Estado es responsable a través de las autoridades penitenciarias y también de los operadores de justicia, que mantienen una desmesurada mora judicial”, denunciaron.
En ese sentido, la Conferencia Episcopal destacó que “la Iglesia Católica, frente a esta realidad, presenta la propuesta de trabajar por una cultura de paz y respeto por la vida” en el país.