El delantero de Universidad de Chile, Gustavo Canales, rompió el silencio sobre su frustrada transferencia al Dalian Aerbin del fútbol chino.

En diálogo con El Mercurio, el atacante trasandino indicó que “Los temas se aclararon. Nos dijimos las cosas en la cara y el tema quedó resuelto. Estoy feliz de quedarme en la U”.

Sobre su ida al fútbol de Asia, Canales sostuvo que “el tema a China nunca estuvo tan claro. Económicamente, era una oferta que me permitiría asegurar mi futuro y el de mi familia, pero no resultó. Los chinos no cumplieron con una parte del acuerdo y por eso es que todo quedó en nada. Si se daba lo de mi partida, todos saldríamos beneficiados, tanto el club como yo”.

Al reconocer que estaba dispuesto a permanecer en Asia los tres años que duraba el contrato, Canales supo que había un factor importante que no había sopesado al decidir: “Sabés que las más contentas con mi no partida a China eran mis mujeres. Anoche (viernes) mis hijas estaban felices con quedarnos en Chile. Ahí me di cuenta de que si nos íbamos les estaba robando muchas cosas a mis hijas y a mi mujer”.

La charla con el matutino la cerró sacando todas las dudas respecto a su compromiso con la divisa azul: “Yo no soy gil. La camiseta de la U la valoro bastante y por eso es que, aunque no se crea, estoy feliz en la U”.