Un perro labrador encontró osamentas humanas en el sector de Rucalhue, camino a Santa Juana, en un lugar escarpado. Los restos corresponderían a un hombre desaparecido en Linares hace cerca de 5 meses

La protagonista principal de esta macabra historia es una perra, mestiza labradora, de nombre puca, perteneciente a Bernardo Cortés, quien vive en un predio ubicado en el kilómetro 1,5 camino a Santa Juana.

Hace ya diez días que Puca regresó de una de sus excursiones con un cráneo y un femur, por lo que el dueño llamó a la PDI que asumió el caso, encontrándose luego más osamentas y prendas de vestir, indicó el propietario del can.

El dueño de la mascota pide un rastreo más exhaustivo del lugar, en el que hace algunos meses hubo trabajados de movimientos de tierra, pero de un día para otro cesaron.

Dentro de lo recuperado hay un carnet de identidad, que corresponde a un hombre de 50 años, por quien existe una presunta desgracia vigente, presentada en Linares hace cinco meses y la data de muerte supera ese tiempo, confirmó el subprefecto, Sergio Claramunt.

Finalmente, cabe destacar que se desconocía que la persona estuviera extraviada en la zona y los restos óseos fueron remitidos al servicio médico legal penquista para determinar la identidad.