Un total de 34 personas murieron en un campo de refugiados de opositores iraníes en Ashraf (Irak) debido a un ataque de las fuerzas militares iraquíes, informó la ONU este jueves.
“Supimos que había 34 cuerpos en el campo de Ashraf y en sus cercanías”, declaró el portavoz de la ONU, Farhan Haq, a la AFP.
La mayoría de las víctimas, entre las que había mujeres, murieron por impacto de bala.
Según el portavoz del Alto Comisariado de la ONU para los derechos humanos en Ginebra, Rupert Colville, también había “docenas” de heridos, pero agregó que no tenía hasta el momento más detalles.
“Vamos a investigar este caso porque nuestras fuerzas de seguridad piensan que esto (las muertes) se deben a que sus guardias (Mujaidines del Pueblo) mataron a quienes buscaban escaparse. Ya habían cometido actos similares en el pasado”, señaló desde Bagdad el portavoz del gobierno iraquí, Alí Dabbagh.
El portavoz agregó que “el gobierno iraquí está satisfecho del interés que muestra Estados Unidos ante el pedido iraquí de hallar otro lugar que no fuera Irak para los residentes del campo de Ashraf”.
“El gobierno iraquí dará todo el apoyo logístico con el fin de facilitar los deseos de los residentes del Campo Ashraf que quieren dejar Irak”, agregó.
Los militares iraquíes tomaron por asalto el viernes el campo de los Mujaidines del Pueblo iraníes. El campo de Ashraf está en Diyala, una provincia situada al norte de Bagdad.
Situado a 80 km de la frontera iraní, este campo, construido en los años 80, acoge a “residentes” opuestos al régimen iraní, y había sido cedido por Sadam Husein a los mujaidines para que combatieran con él contra el régimen iraní.
En este campo viven unas 3.500 personas, protegidas por la Convención de Ginebra desde que fue desarmado, y son resguardadas por militares estadounidenses, aunque Washington considera a los mujaidines como una organización terrorista.