Veintisiete personas fueron imputadas en Panamá por un envenenamiento masivo en 2006, que dejó 168 muertos y fue causado por jarabe contaminado contra la tos distribuido por el Seguro Social, informó el lunes el fiscal del caso, Dimas Guevara.

“Hasta el momento son 27 imputados”, dijo Guevara, al entregar a la Corte Suprema de Justicia del expediente del caso.

En 2006 centenares de personas tomaron el jarabe, un expectorante sin azúcar usado por hipertensos y diabéticos. El medicamento estaba contaminado con dietilenoglicol, un producto de uso industrial.

“Esto es un genocidio de gran magnitud que no tiene precedentes en la historia panameña. Estamos luchando por una justicia real para que esto no vuelva a ocurrir en ningún país del mundo”, dijo a la AFP Gabriel Pascual, presidente del comité de víctimas.

Pascual asegura que el número fallecidos es mayor al que las autoridades de Panamá reconocen ya que “hay alrededor de 1.900 denuncias”.

El gobierno reconoció 168 fallecidos. El único detenido hasta el momento es el representante legal de la empresa que distribuía el medicamento.