Estados Unidos ve “envejecida” a la oposición cubana y apuesta a la “rebeldía” y “atractivo” de los jóvenes para una renovación en sus filas, según cables diplomáticos estadounidenses obtenidos por WikiLeas y difundidos este jueves.

Informes secretos o confidenciales de la Sección de Intereses de Washington en Cuba (SINA) publicados por el diario español El País destacaron la falta de “liderazgo” del “movimiento disidente tradicional” cubano, convertido en una fuerza “tan antigua y tan fuera de contacto con la vida de los cubanos (…) como el propio régimen”.

Un informe con fecha de 2009 subrayó que sin restar “importancia” al trabajo de las plataformas disidentes tradicionales, los opositores cubanos, cuyos principales líderes pasan los 50 o 60 años de edad, tienen “divisiones internas”, falta de “visión política” y de “incidencia” en la sociedad y sobre todo en los jóvenes.

Asimismo, señaló que “el mayor esfuerzo” de los dirigentes opositores es “obtener recursos” para mantener su nivel de vida, y “descarta” que esos grupos puedan llegar al poder, por lo que propuso “mirar en otros ámbitos, incluyendo dentro del propio Gobierno, para identificar a los posibles sucesores del régimen”.

En ese sentido, el informe advirtió que los cubanos “más jóvenes”, entre ellos “blogueros, músicos y artistas plásticos”, que no simpatizan con el Gobierno, no pertenecen a ninguna organización disidente, aún cuando los jóvenes adoptan “mucho mejor” las posiciones “rebeldes” que tienen “mayor atractivo” para la población.

“Creemos que la más joven generación de ‘disidentes no tradicionales’, tales como (la bloguera de 35 años) Yoani Sánchez, es probable que tengan un mayor impacto a largo plazo en Cuba”, escribió el jefe de la SINA, Jonathan Farrar, en sus informes al Departamento de Estado.

Otro informe, enviado en 2008 por su antecesor, Michael Parmly, da cuenta de una videoconferencia para hablar sobre “democracia y libertad”, organizada en esa legación por el entonces secretario norteamericano de Comercio, Carlos Gutiérrez, con “10 representantes de organizaciones juveniles” de la isla.

El Gobierno de Cuba tilda a los opositores de “mercenarios” de Estados Unidos y los acusa de servir a campañas mediáticas internacionales contra la revolución.