El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, denunció este sábado una campaña de calumnias en su contra, y dijo que confía en su victoria el martes en un voto en el Parlamento que definirá el futuro de su gabinete.

“Desde hace unos meses, la vida pública italiana está paralizada por una crisis política irresponsable (…), una crisis hecha de mentiras y de calumnias sobre el presidente del Consejo”, declaró Berlusconi, en un mensaje de audio dirigido a sus partidarios, que se manifestarán el domingo en varias ciudades del país.

Berlusconi se ha visto implicado en varios escándalos sexuales que llevaron a su esposa Veronica Lario a pedir el divorcio. En el último episodio, el jefe del gobierno italiano reconoció haber llamado a la policía de Milán para liberar a una joven marroquí, Ruby, que habría participado en fiestas en su casa a cambio de dinero.

“El objetivo que comparten la izquierda y los traidores de su mandato electoral es uno: librarse de Silvio Berlusconi, que representa para ellos un obstáculo insuperable en la conquista del poder. Un objetivo que quieren alcanzar a cualquier precio”, añadió.

En una intervención hecha más tarde, el “Cavaliere” afirmó que “el país necesita estabilidad y continuidad de gobierno, y no una crisis de salida incierta”, refiriéndose al voto del martes en el Parlamento.

El martes se votarán dos mociones simultáneamente: una de confianza en el gobierno Berlusconi en el Senado, y otra de censura en la Cámara de los diputados.

El jefe del gobierno dispone con su aliado, la Liga del Norte, de una mayoría cómoda en el Senado.

Sin embargo, tras la ruptura con su ex aliado Gianfranco Fini, quien en noviembre retiró a sus ministros del gobierno, Berlusconi perdió la mayoría en la Cámara de diputados.

“Todos decimos ‘no’ a quien tenga la desvergüenza de traicionar el voto de los ciudadanos, pero esperamos que nadie lo haga”, añadió. “Obtendré la confianza”, remachó.