Una de cada cinco especies vegetales en el mundo está amenazada con desaparecer y las actividades humanas son responsables en un 80% de la extinción actualmente en marcha, según un estudio científico publicado este miércoles en Londres.
A un mes de la cumbre sobre la biodiversidad de Nagoya, en Japón (18-20 de octubre), el Jardines Botánicos de Kew Gardens, el Museo de Historia Natural británico y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) han publicado una primera evaluación de las especies amenazadas.
El estudio, que duró cinco años, estudió un amplio muestrario de 380.000 plantas repertoriadas en todo el mundo.
De los 4.000 vegetales estudiados, representativos de las grandes familias de plantas (de las legumbres a las coníferas, pasando por las orquídeas), un 22% fueron calificados como “amenazados”. De este total, un 4% están “en peligro crítico”, un 7% “en peligro” y 11% son “vulnerables”.
Un 33% de las especies no son suficientemente conocidas como se estado de conservación pueda ser evaluados, indican los investigadores.
“No podemos quedarnos con los brazos cruzados viendo como las plantas desaparecen. Son la base de toda la vida, proporcionan el aire saludable, el agua, los alimentos y la energía”, comentó el director de los Jardines Botánicos, Stephen Hopper.
“Contar con una herramienta para luchar contra la pérdida de la biodiversidad es esencial y la lista roja basada en un muestreo que estamos publicando dará a los investigadores esa herramienta”, dijo.
En otro estudio, publicado en ‘Proceedings of the Royal Society B. Biological Sciences’, una revista de la Academia Británica de Ciencias, dos investigadores australianos (de la Universidad de Queensland) estiman que el número de mamíferos desaparecidos podría haber sido sobrestimado, ya que algunos reaparecen después de varios siglos.
Ambos afirman haber hallado rastros de 187 mamíferos “declarados desaparecidos” desde el año 1500. De hecho, 67 especies de mamíferos que se creía extinguidos han sido hallados, indican Diana Fisher y Simon Blomberg en su estudio, que subraya que “es difícil fijar la extinción”, ya que “algunas especies pueden esconderse durante largos periodos, lo que hace pensar equivocadamente que han desaparecido”.