El papa Benedicto XVI advirtió el lunes del peligro de la biotecnología y llamó a la vigilancia, al denunciar las “manipulaciones del ser humano” y las “violaciones de su integridad y su dignidad”.

“Las nuevas posibilidades (que aporta) la biotecnología y la medicina nos ponen a menudo en situaciones difíciles que se parecen a una marcha sobre el filo de la navaja”, declaró el papa en Castel Gandolfo, su residencia estival cerca de Roma, donde recibió al nuevo embajador alemán ante la Santa Sede.

Puso en guardia en contra de las situaciones “de manipulaciones del ser humano, de violaciones de su integridad y de su dignidad”.

“No podemos rechazar estos desarrollos pero debemos ser vigilantes. Cuando empezamos a distinguir (…) entre la vida digna y la vida indigna de vivir, no dejamos a salvo ninguna otra fase de la vida, y todavía menos la vejez y la enfermedad”, dijo.

En febrero de 2009, el Vaticano ya había advertido de los riesgos de una deriva de la genética hacia el eugenismo al banalizar los progresos científicos y ponerlos al servicio de los intereses comerciales.

El temor de la Iglesia Católica es ver multiplicarse las intervenciones genéticas que llevan hacia una “mejora” de la raza humana, al eliminar, por ejemplo, ciertas enfermedades a través de pruebas prenatales, pero pagando el precio de un aumento de los abortos, una práctica firmemente condenada por el Vaticano.