El hombre que el martes pasado mató a ocho personas en Connecticut, antes de quitarse la vida dijo haber actuado por venganza contra sus empleadores que lo discriminaban por ser negro.

“Este lugar es racista. Me tratan mal. Tratan mal a todos los empleados negros. Por eso tuve que resolver el problema yo mismo”, dijo Omar Thorton en una llamada a la policía tras matar a ocho personas de su empresa.

“Me hubiese gustado matar más gente”, agregó, con voz calma.

La explicación de la matanza que perpetró en la empresa de distribución de cerveza Hartford Distributors se produjo minutos o segundos antes de que se suicidara.

Según sus familiares y una ex novia, Thornton se había quejado en el pasado de que sus colegas blancos eran racistas y lo discriminaban.

Sin embargo, la policía dijo que no tenía pruebas de racismo y tanto los dueños de la empresa como representantes sindicales negaron que hubiese un problema de índole racial.

Thornton había sido despedido el mismo día porque robaba cerveza cuando entregaba pedidos. Llevó consigo dos armas semiautomáticas y tras ser licenciado procedió a matar a sus colegas.

Las grabaciones de la policía, publicadas en los sitios web del diario local Hartford Courant y el New York Times son las últimas palabras del asesino y revelan sus motivaciones.

“Probablemente quieran saber las razones por las cuales hice esto”, dijo Thornton al agente de policía que contestó su llamada, antes de explicar su accionar. El policía, al tiempo que se muestra comprensivo con su interlocutor, intenta varias veces sustraerle información crucial acerca del lugar, las armas que posee y la cantidad de municiones.

Thornton deja claro que llama para dar una explicación final. “No voy a matar a nadie más”, agrega. Cuando el policía le pide que se rinda, Thornton dice con preocupación: “estos policías me van a matar”.

“No, no lo harán”, le contesta el agente. “Sólo queremos que se tranquilice”. “Estoy tranquilo, estoy sereno”, contesta el asesino.

En varias oportunidades durante el diálogo, denuncia supuestas prácticas racistas en la empresa, pero sin dar ningún ejemplo concreto. “Me trataron mal desde el principio”, comenta. Luego, da a entender que decidió poner fin a sus días.

“Cuando me encuentren todo habrá terminado”, dice. “Díganle a los míos que los quiero”. El policía le pide que permanezca en línea. “Omar, realmente quiero que me ayude a poner fin a esta situación. Omar, Omar…” No hay respuesta.

Thornton era uno de los pocos empleados que no era blanco en Hartford Distributors, hecho confirmado por uno de los empleados que también llamó a la policía, aterrado en plena matanza. “Es un tipo negro alto, dijo, mientras intentaba describirlo. “Es uno de los pocos negros que trabajan aquí”.

Hartford Distributors, en tanto, rechazó las acusaciones de racismo. “No hay indicios, la empresa no informó acerca de ningún tipo de discriminación racial”, dijo un policía en una conferencia de prensa tras la matanza.