Un nuevo ciclo de la vida celebraron las comunidades Moluche de la provincia de Bío-Bío, con el rito de conmemoración del Wetripantu o año nuevo de los pueblos aborígenes.

Cientos de personas celebraron de forma especial en el límite de las regiones de Bío-Bío y La Araucanía la renovación de la tierra, ceremonia originalmente desarrollada en la madrugada del 21 de junio, justo con la llegada del solsticio de invierno.

Así lo confirmó el vocero de los Moluche Adán Carimán, quienes encabezaron los festejos que contaron también con la presencia de las autoridades y comunidad en general que los acompañó en los actos ceremoniales.

El vocero de los indígenas de la zona, sostuvo que con esta ceremonia ancestral se conmemora la renovación de la tierra, lo que indica un nuevo ciclo y con ello el comienzo de un nuevo año para los aborígenes o Wetripantu.

De acuerdo a la cosmovisión indígena, creían que el cambio de la llegada del invierno era regido por la Luna, que provocaba los brotes de vegetales y la reproducción de los animales.

En este nuevo periodo la tierra comienza a limpiarse con el agua que envía Ngenechén que representa a Dios a través del Ngen-ko o espíritu del agua, lo que a juicio de los aborígenes provoca un nuevo ciclo, que implica el término del anterior de preparación del suelo, siembras, cosechas; con lo que la naturaleza se limpia y preparar la tierra para otro periodo.