Seis soldados de la OTAN murieron el lunes en Afganistán, al tiempo que Gran Bretaña informó haber perdido 300 hombres en casi nueve años desde el inicio de la intervención extranjera liderada por Estados Unidos, que hasta ahora no consiguió doblegar a la insurgencia de los talibanes.

Tres comandos australianos y un soldado norteamericano perdieron la vida cuando su helicóptero se estrelló en la provincia de Kandahar (sur), el peor accidente para los militares australianos en la guerra afgana.

Otros dos militares de la OTAN murieron al estallar bombas en dos incidentes separados, pero sus nacionalidades no han sido reveladas por ahora.

Gran Bretaña también anunció un balance de 300 muertos en Afganistán después de que uno de sus soldados muriera a causa de las heridas sufridas en una explosión a principios de este mes en la provincia de Helmand (sur).

Estos decesos elevaron a 281 el número de soldados extranjeros muertos en Afganistán este año, según un balance elaborado por la AFP a partir de las cifras del sitio web independiente icasualties.org.

Gran parte del sur de Afganistán es víctima de las operaciones insurgentes de los talibanes, que ahora se encuentran en su etapa más mortífera desde que comenzó el conflicto, hace casi nueve años, cuando la invasión dirigida por Estados Unidos derrocó al régimen islamista.

Las fuerzas armadas norteamericanas advirtieron que el número de víctimas aumentará cuando los efectivos extranjeros incrementen su campaña para expulsar a los militantes del bastión talibán de Kandahar, afectado por una creciente ola de atentados.

El soldado británico perteneciente al 40º Comando de Royal Marines sucumbió el domingo en un hospital de Birmingham (centro de Inglaterra) debido a las heridas sufridas en una explosión ocurrida en Sangin, en la convulsa provincia de Helmand el 12 de junio, precisó el ministerio en un comunicado.

El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, reiteró que las tropas británicas serán retiradas de Afganistán “en cuanto (los afganos) sean capaces de ocuparse de la seguridad de su propio país”, sin fijar ningún calendario. “Es una noticia extremadamente triste”, declaró Cameron, que desde que llegó al poder en mayo multiplica los esfuerzos para tratar de ganarse el apoyo de la opinión pública a la impopular participación británica.

“Por supuesto, la muerte número 300 no es más o menos trágica que las 299 que se produjeron antes. Pero creo que es un momento para que todo el país reflexione sobre el increíble servicio, sacrificio y dedicación que los servicios armados brindan en nuestro nombre”, agregó.

Australia indicó que la caída de su helicóptero este lunes, en la cual murieron tres comandos australianos, no fue ocasionada por el fuego enemigo, pero que fue el incidente más mortífero para su país desde que comenzó el conflicto.

“Este es un día trágico para Australia y la Fuerza de Defensa Australiana”, dijo el primer ministro Kevin Rudd al Parlamento. “Este es un precio muy elevado a pagar”, agregó.

Fue el segundo accidente de helicóptero en el cual murieron tropas de la OTAN este mes. Los talibanes mataron a cuatro soldados estadounidenses el 9 de junio cuando derribaron a un helicóptero en la provincia de Helmand.

Hace dos semanas, la OTAN perdió a diez de sus soldados en una serie de ataques en Afganistán.

Efectivos de la OTAN, militares norteamericanos y soldados afganos están preparando una de sus mayores operaciones contra los talibanes en Kandahar.

El número total de tropas foráneas en Afganistán llegará a 150.000 en agosto.