El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió el miércoles al Congreso aprobar formalmente los 2.800 millones de dólares de ayuda que Estados Unidos ha decidido emplear en Haití después del devastador terremoto del 12 de enero, mientras que sus soldados dejan el país.
“Esta demanda responde a las necesidades esenciales y urgentes”, escribió Obama en una carta dirigida a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Estados Unidos registró un déficit récord en febrero: 220.909 millones de dólares, a pesar de ingresos en alza. El gobierno estadounidense registró así su decimoséptimo mes consecutivo en números rojos.
En el momento de la catástrofe en Haití, que dejó más de 220.000 muertos, Washington comprometió importantes medios y envió hasta 20.000 soldados, así como cientos de socorristas.
Unos 2.200 marines que acudieron a Haití para participar en operaciones humanitarias tras el terremoto, dejarán el país este miércoles, reduciendo a 3.300 la cifra de soldados estadounidenses desplegados en el país, indicaron fuentes militares.
El barco de operaciones anfibias USS Bataan del cuerpo de Marines, que llegó el 18 de enero, “terminó su misión de ayuda humanitaria y partirá de Haití hoy (miércoles)”, según un comunicado del comando estadounidense a cargo de las operaciones militares en la zona (Southcom).
La partida fue decidida “cuando los esfuerzos humanitarios en la nación caribeña pasaron de operaciones urgentes de rescate a una reconstrucción a largo plazo”, destacó el texto.
En la actualidad, quedan unos 3.300 soldados estadounidense en Haití, precisó a la AFP un portavoz de Southcom, José Ruiz.