Francia está a la defensiva frente al impresionante despliegue de Estados Unidos en Haití, pues además de coordinar las tareas de rescate Washington propuso a Brasil y Canadá dirigir la cooperación internacional para reconstruir esta ex colonia francesa arrasada por un sismo.

voices.washingtonpost.com

Varios responsables del gobierno francés evidenciaron en los últimos días cierto resquemor ante la magnitud del dispositivo ordenado por la Casa Blanca, aunque la presidencia francesa emitió el martes un comunicado en el que se declaró “plenamente satisfecha” por la cooperación bilateral en Haití y la “coordinación permanente” de ambos países.

El Elíseo, sede de la presidencia francesa, saludó en ese comunicado “la movilización excepcional de Estados Unidos en Haití y el papel esencial que desempeña en el terreno” tras el terremoto que el pasado martes dejó al menos 70.000 muertos en Puerto Príncipe, la capital del país caribeño.

Estados Unidos puso en marcha una operación bautizada “Respuesta Unificada” y envió a Haití a 10.000 militares, ayuda médica y humanitaria, un portaaviones, cuatro buques guardacostas y una importante flota aérea.

A su regreso de Haití, el secretario de Estado francés de Cooperación, Alain Joyandet, consideró que el Consejo de Seguridad de la ONU debía “definir” el papel de Estados Unidos en Haití.

“Se trata de ayudar a Haití, no de ocupar Haití”, sostuvo Joyandet, que en Puerto Príncipe dijo haber protestado oficialmente ante Estados Unidos para que los estadounidenses dejaran aterrizar un avión francés que transportaba un hospital móvil.

Pero la cancillería francesa negó haber presentado una protesta formal y el martes en su comunicado la presidencia francesa recordó el “firme compromiso” de Estados Unidos y Francia con Haití y su decisión de “sumar esfuerzos para responder a la urgencia humanitaria y a las inmensas necesidades de reconstrucción”.

La presidencia francesa no hizo ninguna referencia a la iniciativa de organizar una conferencia internacional para la reconstrucción de Haití que dos días después del sismo lanzó en París el presidente francés.

Obama parece haberse hecho eco de esa propuesta.

Según fuentes brasileñas, Obama propuso el lunes a su homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que Brasil, Canadá y Estados Unidos formen una troika para “coordinar la comunidad de donantes” de cara a la reunión preparatoria que tendrá lugar el próximo lunes en Montreal.

El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, descartó que Francia se sienta excluida y atribuyó a un olvido de Obama el no haber mencionado a Francia.

“Tiene esa tendencia (…), no estoy bromeando”, aclaró ese responsable antes de afirmar que “Estados Unidos necesita a Europa y Europa a Estados Unidos”.

El rol de Francia en el futuro de Haití “tiene que ser mayor”, según el politólogo haitiano Eric Sauray. “Estados Unidos es el único que ha desplegado tantos medios en Haití (…). Es normal que intente gestionar la situación”, dijo a la AFP.

Francia envió a Haití un secretario de Estado y una delegación consular. Sarkozy y su canciller, Bernard Kouchner, indicaron que viajarán más adelante.

En cambio Washington desplazó a la jefa de la diplomacia, Hillary Clinton, que coincidió con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y con la número dos del gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, cuyo país preside la Unión Europea (UE).