Residuos difíciles de reciclar en Chile, pero no imposible: te mostramos cómo y dónde

Créditos: Imeko

Domingo 27 septiembre de 2020 | Publicado a las 09:06

visitas
visitas

A finales del año pasado, el Banco Mundial declaró que Chile es el segundo país que genera más basura en Sudamérica, superado sólo por México. Se estima que cada chileno genera aproximadamente 384 kilos de basura domiciliaria anualmente y tan sólo se recicla el 10% de ésta.

A continuación, te dejamos una serie de proyectos chilenos que reutilizan cosas que tú podrías considerar basura, pero que ellos transforman en algo nuevo:

IDEA-TEC

Creada el 2014 por Cristina y Constanza, dos químicas que “decidieron cambiar la forma en que estaban haciendo las cosas”. El poliestireno extendido o EPS (plumavit) es un plástico que actualmente no tiene soluciones para su reciclaje, por lo que ellas decidieron investigar para averiguar cómo tratarlo. Luego de tres años, desarrollaron y comercializaron pintura hecha a partir de plumavit. Hoy tienen pintura de piso, de tráfico y de muro, además de sellos.

Idea-Tec
Idea-Tec

Se estima que en Chile, se desechan cerca de 360 millones de toneladas de plumavit al año, de los cuales 300 son de uso personal y doméstico. Lamentablemente, es un material difícil de reciclar ya que no se puede compactar con facilidad, es liviano y utiliza mucho espacio. Para empeorar las cosas, no es biodegradable, pudiendo tardar entre 500 y 1000 años el degradarse.

IMEKO

Esta startup científica química nació en 2018 buscando encontrar una solución ambiental a las colillas de cigarro. Luego de una larga investigación, Imeko “logró dar con el proceso químico que hoy en día hace de la colilla de cigarro un residuo completamente reciclable, removiendo toda la toxicidad presente en éstas y recuperando el acetato de celulosa del cual están fabricadas, transformándolo en una nueva materia prima reciclable para la industria”, explican.

Se estima que las colillas de cigarrillo son una de las mayores causas de basura en el mundo, representando entre el 30 y 40% de todos los residuos, lo que serían aproximadamente 4.5 trillones de colillas por año. No sólo generan mucha basura luego de ser utilizadas una sola vez, sino que su producción es poco ecológica. Fabricar una colilla puede consumir hasta 50 litros de agua potable, según Ocean Conservancy.

Por desgracia, la pandemia ha obligado a esta empresa a detener temporalmente sus labores de reciclaje debido al riesgo que implica manipular colillas de cigarro, pero anuncian en su sitio web que retomarán las actividades con voluntarios apenas vuelvan a ser aptas las condiciones sanitarias.

RECICLETA

La Fundación Recicleta existe desde 2018, sin embargo llevaba años funcionando de manera no oficial “como grupos de amigos”.

Actualmente, reciben donaciones de materiales (bicicletas usadas o nuevas, repuestos, herramientas, entre otros) que buscan devolver a la comunidad transformadas en bicicletas en perfectas condiciones para ser utilizadas. Funcionan a través de voluntarios, y tienen como misión “enseñar y difundir los conocimientos de mecánica que permitan a los usuarios de bicicletas mantenerlas en óptimas condiciones”.

En su sitio web explican que la “bicicleta es una potente herramienta de transformación social” y a través de su fundación buscan “mejorar la calidad de vida de las personas, influir en su salud física, mental y social” mientras que aportan al medio ambiente. “Queremos ser un referente en: la promoción del uso de la bicicleta, el reciclaje y la reutilización de bicicletas en desuso, la experiencia y conocimiento en mecánica de bicicletas y su difusión a la comunidad de ciclistas”, declaran.

PLASTIC LUP

Este estudio de diseño nace a fines de 2014 como parte de un proyecto de tesis que buscaba extender la vida útil del plástico, revalorizando estos residuos. Actualmente, a través de residuos plásticos elaboran una fibra flexible llamada fibra LUP, la cual utilizan para fabricar objetos y proyectos de diseño. Funcionan a través de alianzas comerciales “con artesanos y pequeños productores interesados en incorporar el plástico reciclado a sus procesos productivos”.

A pesar de que las medidas de confinamiento alrededor del mundo han causado que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyan, se estima que la cantidad de desechos plásticos que llegarán a vertederos y mares aumentará drásticamente.

En un comunicado, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) alertó que más del 75% del plástico generado por la pandemia de COVID-19, como mascarillas y guantes desechables, botellas de desinfectante para manos, entre otros; no serán recicladas ni reutilizadas.

Lo último